Avanza la conservación del archivo de Paz

Cartas y manuscritos con su letra, a ratos ilegible, mecanuscritos de sus ensayos y poemas, anotaciones del orden que podrían llevar sus libros, periódicos y revistas con entrevistas y reseñas de sus obras, así como telegramas, como aquel fechado el 3 de abril de 1982 que le envío Carlos Fuentes para felicitarlo por la obtención del Premio Neustadt, son parte de las 137 mil 277 fojas que conforman hasta ahora el Archivo Personal de Octavio Paz que se mantiene en medio de un proceso de limpieza, consolidación, preservación y digitalización en la Casa Marie José y Octavio Paz, una casona de Tacuba, conocida como La Perulera.

Los papeles personales del Premio Nobel de Literatura que hoy se encuentran agrupados en 365 carpetas —con guardas y soportes libres de ácidos y en cajas de polipropileno—, así como los poco más de 27 mil libros de su biblioteca personal, son tratados por un equipo de 35 profesionales del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), desde el 31 de marzo de 2023, cuando fue inaugurada la Casa Paz dedicada a la memoria de los Paz-Tramini, cuyo legado quedó intestado y está en manos del DIF de la Ciudad de México.

Proceso

La estabilización de los papeles personales del maestro Paz, asegura Ernesto Martínez, director del Cencropam, es “una tarea ardua” y delicada, que se hace hoja por hoja, frente y reverso, documento por documento y página por página, que les llevará todavía un buen tiempo y mucho trabajo. Una labor muy profunda y lenta que realizan en el laboratorio de biodeterioro del Cencropam instalado en la Casa Marie José y Octavio Paz, así como en los inmuebles que forman parte de la masa hereditaria de los Paz-Tramini.

En una visita a este pequeño laboratorio de biodeterioro que se localiza en el ala derecha de la casona, es posible ver el proceso que llevan a cabo con cada foja del archivo del autor de El laberinto de la soledad, desde la revisión y limpieza que le hacen con luz ultravioleta, para conocer su estado de preservación y determinar qué tan dañado se encuentra, hasta la confección de las guardas de soporte y protección, el registro fotográfico y su digitalización.

“Tenemos una línea de trabajo muy bien definida, la limpieza, la estabilización tiene varias etapas, dependiendo del documento, ellos van dictando la atención que es necesaria realizar. Hay un proceso de aspirado a través de una malla para proteger el documento, luego hay una limpieza mecánica, uno a uno, son más de 137 documentos, y de ahí se pasa a hacer las guardas y luego el registro, el dictamen para terminar con la digitalización y la catalogación y el inventario”, afirma.

El avance es constante, pero, al ser cuidadoso, es lento, lo que lleva a Ernesto Martínez a señalar que les tomará aún un largo tiempo, y aunque afirma que a él no le corresponde determinar cuándo podrían terminar los trabajos, los tiempos del proceso que llevan apuntan a que pasará aún mucho tiempo para cumplir con la decisión del poeta, quien estipuló, en un testamento, que tras su muerte quería que su archivo personal fuera depositado en El Colegio Nacional y que 25 años después de su muerte —cumplidos el 19 de abril de 2023— quedará abierto al público y al estudio.

El coordinador del proyecto asegura que la limpieza y estabilización de los papales de Octavio Paz implica tiempo, pero que cada paso que dan, en especial en los inmuebles de la pareja —que también quedaron intestados tras la muerte de Marie José, el 26 de julio de 2018—, se hace en presencia de personal del DIF de la Ciudad de México y de actuarios del Juzgado 25 de lo Familiar.