Ballet Folclórico Chiapas muestra diversidad cultural

El Ballet Folclórico Chiapas, de Florinda Ocampo, brindó un amplio recorrido a través de los distintos bailes del estado de Chiapas, en el recién estrenado teatro Francisco I. Madero, que la semana pasada abrió sus puertas al público para ser un foro más donde se fomentan las artes.

Fueron veinte bailes los que presentaron en el escenario principal, con música de marimba en vivo; entre estos, “Mujer chiapaneca”, “Sones de Ixtapa”, “Aires del Coatán”, “El sapo”, “El niño dormido”, “Pañuelo rojo” y “La tuxtlequita”.

También ejecutaron las piezas “El alcaraván”, “Nicté”, “La Marunchita”, “Zapateado del padre Rubén”, “Toc-tic”, “Cachito y rascapetate”, “El torito”, “Riíto”, “El llorón”, “El chiapaneco”, “Ecos del Grijalva” y “Chiapanecas”, con los que fueron ovacionados por el público.

Florinda Ocampo Santiago, quien recibió los elogios del público al ser la directora del grupo de baile, destacó para este rotativo que ellos lo que intentan hacer con el recorrido musical y dancístico es rescatar precisamente lo que se está perdiendo en el estado de Chiapas.

“Hoy en día casi ningún grupo de los que hay —aunque hay muchísimos—, nadie tiene el repertorio que tenemos nosotros, porque yo he tratado de conservar nuestras raíces, así como los bailes que dejaron las anteriores maestras, como Martha Arévalo y la maestra Bety Maza, y que son bailes que están bien hechos y bien cimentados. No debemos dejarlos morir, para que nos sigan dando identidad”, expresó.

De igual forma, indicó que la intención es mostrar la riqueza y la variedad del folclor chiapaneco, no solamente en ritmos musicales sino también en la indumentaria, tanto indígena como mestiza, además de las artesanías que se hacen acá, porque considera que Chiapas es un lugar muy rico en muchos aspectos.

La maestra estuvo muy contenta de ver que la gente los despidió de pie, y se sorprendió por el cariño que recibió de muchos de sus exalumnos, quienes la acompañaron en esta presentación.

Contó que antes, cuando el centro cultural Francisco I. Madero funcionaba, a ella nunca le había tocado presentarse en ese espacio, ya que quien ensayaba ahí era la maestra Bety Maza con su grupo, y Florinda pertenecía al grupo que dirigía la maestra Martha, por lo que esta fue su primera vez en ese lugar.