Para Juan Antonio Bayona, quien con La sociedad de la nieve buscará el Óscar el próximo 10 de marzo, se ha estado desaprovechando el poder que tiene el cine en español para poder viajar por el mundo.
“No se está sacando todo el provecho que da un mercado tan grande, en un momento en que además hay varias estrellas de Hollywood que hablan español y estoy pensando en gente como Salma Hayek, Gael García, Javier Bardem, Penélope Cruz, Anya Taylor-Joy y Pedro Pascal, tenemos un mercado y campo por explotar muy grande”, considera.
Una muestra del potencial, comenta el realizador en entrevista, es la respuesta del público a La sociedad de la nieve, que retrata la tragedia aérea ocurrida en 1972, donde 16 personas sobrevivieron gracias a la antropofagia (ingesta de carne humana). En su primera semana, dice Bayona, el filme que dirigió y coescribió llegó a cien países vía Netflix, registrando cien millones de espectadores.
“El día antes del Goya (premio español, donde la cinta fue la gran triunfadora, con 12 reconocimientos) decidimos acercarnos con un grupo de actores a los cines y en tres horas llenamos 10 salas (4 mil asistentes) y con muchos jóvenes que habían visto la película anteriormente, en España. La vieron en cines medio millón de espectadores”, destacó.
“Una película en español no es fácil que llegue, así que luego te encuentras a ti mismo pidiendo que haya más entrevistas para que llegue a la parte del público que no solamente es la que habla inglés, sino que no está acostumbrada a ver películas en nuestro idioma o con subtítulos”, apunta.
De hecho, al igual que varios realizadores en el orbe, el director español ya no ve a Hollywood como un lugar necesario para hacer cine. “Cuando empecé, el sueño era ir a Hollywood y ahora que hemos rodado allá (‘Jurassic World: el reino caído’), nuestro sueño es volver a casa y rodar una película en español, pero con el nivel de ambición con que se trabaja en Hollywood y esa ha sido la lucha de esta película, que tiene un presupuesto medio (con relación a Hollywood); por ser en español no convencimos a nadie, más que a Netflix”, apunta.
Estar a la puerta del premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de EU, lo emociona, pero no era algo con lo que soñara en su infancia o cuando comenzó en el cine. “El sueño era hacer cine y, siendo un chico de barrio, de clase trabajadora, era un sueño bastante inalcanzable. No me veía en la siguiente pantalla de la recepción de premios, pero claro que estos los veo importantes”, reconoce el director.
“Los premios (ganados en su carrera) los he ido repartiendo a medida que los he ido ganando: el Goya de ‘El orfanato’ lo tiene mi madre y las vecinas tienen fotos con él (risas); el de ‘Lo imposible’ (lo tiene) la sobreviviente real. Los premios son un reconocimiento importante y hay que ser generoso con ellos”, finalizó.