Bebé Reno

Bebé Reno (Baby Reindeer) es una miniserie de Netflix creada, escrita y protagonizada por Richard Gadd. Ha llamado la atención y ha estado en el ojo de la crítica no solo por su trama tan atrapante, sino también porque está compuesta por la base de una historia real: el acoso que vivió el mismo Richard Gadd.

Presenta la historia de Donny Dun, un comediante incipiente con una vida rutinaria que comienza a ser acosado por una abogada —supuestamente— llamada Martha, de cuarenta y tantos años. A Donny lo envuelve una compasión y lo involucra con esta mujer, a lo que a la manera de un secreto muy bien guardado, más adelante entenderemos que era mucho más que compasión lo que realmente sentía.

Richard Gadd ha confirmado que la serie toma sus propias experiencias de acoso y eso ha despertado la curiosidad del espectador, porque definitivamente, el carácter de la producción se torna mucho más oscuro. Bebé Reno se destaca además por su fluidez, cada uno de los capítulos no excede los treinta y cinco minutos, pero llegan a un arco donde el espectador comprende que el centro no es Martha, no es el acoso, son los propios traumas de Donny Dun.

Estructura e historia

Una de las cosas que hacen de Bebé Reno una buena serie —más allá de todo el detrás mediático— es su estructura, que funciona perfectamente bien; cada uno de los capítulos presenta giros que mantienen atento al espectador. Además, esos giros no están por estar, sino que se encargan de construir al personaje complicado que es Donny Dun, conceptualizando su pasado y de esa manera ayudando a entender el comportamiento que Dun mantiene con Martha, la razón de su silencio, y la explicación de su compasión. El acoso no es nada más que un hilo conductor para finalmente entender el verdadero relato de Gadd, la historia real de Dun.

Hay una delgada línea entre miniserie y una película cortada; Bebé Reno es una miniserie. El escritor tiene en cuenta que cada capítulo además de existir por sí mismo, debe tener coherencia con el relato general que quiere mostrar. Eso expone el profesionalismo con el que trabaja Gadd, lo que resulta sorprendente, porque una historia así se pudo haber tomado de muchas maneras, sobre todo si se habla desde un relato personal.

El valor de la ficción

Una vez más estamos frente a la base de una historia verídica, a la que en cada uno de los hechos se le da una dimensión emocional, sobre todo si Gadd se involucró en tantos aspectos de la producción. También, una vez más, estamos frente a un trabajo que genera más curiosidad por ese relato de la realidad que por sí mismo como ficción, sin embargo, no hay que desmerecer ese componente.

Si bien, la realidad en muchos casos supera la ficción y vivirlo es inmensamente más complicado que mostrarlo como una confesión en pantalla, no hay que dejar de verla como una ficción en sí misma, una buena ficción que tiene una historia que atrapa y su desarrollo resulta impactante.

Lo que más sorprende de la miniserie es su final. No existe una toma de consciencia, un cambio de actitud por parte del protagonista y a pesar de que el desenlace es impactante, no es ambiguo. Revela que al fin y al cabo Dun entiende la actitud de Martha y comprende también porque nunca tomó medidas inmediatas: Donny Dun entiende que, de cierta manera, no es tan diferente a ella.

Locura, círculo vicioso y miedo

Si bien está basada en hechos reales, algunas cosas fueron modificas y otros detalles de la ficción para proteger la identidad real de la antagonista. Richard expresó en entrevistas que, a pesar de lo que vivió, siente empatía por esta persona y, en lugar de buscar venganza, cree que necesita ayuda para recuperar su salud mental.

La interacción entre el protagonista y su acosadora parece inocua al principio, pero pronto se vuelve preocupante. Martha solía visitar el pub donde trabajaba Gadd y él, que se sentía solo y valoraba la atención, aceptaba sus cumplidos. Sin embargo, la situación cambió cuando ella descubrió que Gadd era comediante, encontró su correo electrónico y comenzó a asistir a sus shows de stand-up. La situación se volvió aún más alarmante cuando ella localizó su casa y se convirtió en una presencia constante en su vida.

El actor comenzó a preocuparse cuando Martha encontró su casa y se volvió una sombra que lo esperaba en todo momento. Al cabo de un año, Gadd se había mudado y estaba llegando al límite de otra crisis emocional. En 2016, tuvo la oportunidad de participar en un festival de artes escénicas en Edimburgo, pero su experiencia se vio empañada por la presencia constante de Martha, quien también amenazó a su entonces pareja, Teri.

La obra de teatro de Gadd, Monkey see, monkey do, recibió elogios, pero volvió a alterar a Martha, quien reinició las llamadas telefónicas a sus padres. Aunque Gadd intentó presentar una denuncia, el proceso para obtener una orden de restricción fue frustrante y engorroso. En la serie, las autoridades inicialmente dudan de la versión de Gadd y es obligado a escuchar horas de audio de su acosadora para encontrar una amenaza concreta. Esto refleja un problema sistémico, donde los procedimientos desalientan a las víctimas a buscar protección real. “Casi podía cortar una línea, con cuchillo y tenedor, a través de mi ansiedad. Podía sentirla emanando de mi cuerpo”, indicó para The Guardian sobre ese momento de la historia.

Aunque Martha es arrestada en la serie y condenada a nueve meses de prisión, en la vida real Gadd obtuvo una orden de restricción contra su acosadora, pero esta no pasó tiempo tras las rejas. Richard optó por no encarcelarla, ya que consideraba que necesitaba ayuda y que el sistema había fallado en proporcionársela.