Bellas Artes abre sus puertas a Modigliani
La muestra se exhibe en el Bellas Artes. Cortesía

Amadeo Modigliani fue un pintor intelectual de síntesis, su campo de referencia fue el arte italiano del Renacimiento, así como el simbolismo, lo esotérico, el arte de Oceanía, el arte egipcio. “Con esto va a hacer una escritura específica, que es un trabajo de reflexión de todo este conjunto de referencias”.

Así describió Marc Restellini, historiador de arte y especialista en la obra de Modigliani. La exposición que se encuentra en Bellas Artes y se titula “El París de Modigliani y sus contemporáneos”, curada por Restellini, reúne 164 piezas de 40 artistas.

La muestra incluye también obras de Chaim Soutine, Maurice Utrillo, Moïse Kisling, André Derain y Suzanne Valadon; así como de artistas mexicanos que fueron cercanos de Modigliani en París, como Diego Rivera, Ángel Zárraga y Benjamín Coria. El poeta Jaime Moreno Villarreal es el creador del concepto curatorial de la sección de arte mexicano en la exposición.

“El París de Modigliani y sus contemporáneos”, que se presenta en el marco del centenario de la muerte del artista italiano Amedeo Modigliani (Livorno, Italia, 1884- París, Francia, 1920), podrá visitarse en las salas del primer y segundo piso del recinto, de 11 a 17 horas, de martes a domingo. Esta apertura representa la mayor actividad cultural y artística en un museo mexicano desde que inició el confinamiento.

El Instituto Nacional de Bellas Artes informó que la exposición está conformada por 143 pinturas, 11 dibujos, cuatro libros, dos máscaras y cuatro reproducciones fotográficas; que las piezas provienen en su mayoría de la Colección Jonas Netter, y de otras colecciones internacionales, y 14 colecciones nacionales.

Marc Restellini resaltó que la muestra en Bellas Artes evidencia las profundas relaciones entre la cultura mexicana y la Escuela de París y las amistades entre Modigliani y artistas mexicanos.

“Cuando ves los cuadros de Modigliani ves las influencias del arte italiano; por una parte va a tratar de sintetizar el arte italiano, no hay que olvidar que el Renacimiento italiano era una corriente que era una referencia al arte griego y a la naturaleza, y no es naturalismo, es un retorno a la naturaleza, y es lo mismo en el caso del primitivismo. Hay un círculo que se cierra en ese momento, de inicios del siglo XX , de estas referencia entre Renacimiento italiano y el primitivismo”, dijo el curador.

Sobre la relación con Diego Rivera explicó que “Modigliani era alguien complicado, muy duro, exigente con él mismo y con todos, no le gustaban los artistas malos; a sus ojos, el artista era un ser superior. El respeto que le tiene a otros estaba basado en la calidad de esos artistas; si logró vivir con Diego Rivera de seis a ocho meses fue porque tenía en realidad afecto por él e intereses”.

La confluencia con Rivera tiene que ver con el sincretismo que es esencial en Modigliani. Jaime Moreno Villarreal resaltó que “todos estos artistas que estaban en Montparnasse, de tan diversos orígenes, formaron todo un tejido, pero más importante que esa influencia es el hecho de que confluyeron personas que venían de Oriente, de América, y diferentes países de Europa, y que compartieron ideas políticas, muchos vivieron en comunas, había academias, compartieron estudios, vivían en la casa del otro… es un contexto de principios de nuevo siglo donde soñaba que iba a haber una liberación del ser humano”.

Otra cualidad de su obra fue resaltada por Restellini al referirse al simbolismo, que era una constante sus obras: “Modigliani en su lógica de sincretismo trabaja el alma. Los personajes de Modigliani nunca tienen ojos, es como si fuera una máscara. Lo que le interesa a Modigliani es ver lo que hay detrás de esa máscara. Es un trabajo sobre el alma, y este mismo trabajo se encuentra en la obra de Soutine”.

Explicó que para el artista italiano la máscara tenía que ver con que él creía en lo puro. “Hay cartas donde explicaba que lo que le interesaba era el alma, investigar en el alma de los individuos”, detalló.