Previo al encuentro entre Jennifer López y Ben Affleck para negociar la separación de bienes en medio de su divorcio, dado que no firmaron un contrato prenupcial, el famoso fue captado en una clínica de rehabilitación, lo que generó alarmas sobre una posible recaída en su adicción al alcohol.

El protagonista de Argo fue visto llegando al Hospital de Rehabilitación Los Robles, ubicado en una ciudad de California, E.U. No obstante, el diario Daily mail detalla que se trata de un centro enfocado en terapia física.

El también productor acudió aparentemente a visitar a un amigo que se encontraba en dicha clínica y llevaba consigo una bolsa blanca que se presume era de un restaurante. Ben se presentó en el lugar con una playera amarilla, que combinó con unos pantalones de mezclilla y una chaqueta vino.

La intérprete de “On the floor” y Affleck se reunieron el 23 de septiembre con la renombrada abogada Laura Wasser, días después de haber tenido un brunch junto con sus respectivos hijos. Se presume que la expareja no está cerrando su capítulo amoroso de una manera negativa; más bien, desean que todo se maneje de la forma más amistosa posible. “Todavía hay mucho amor”, declaró una fuente a la revista People.

Dado que no se estableció un acuerdo prenupcial, las ganancias individuales que han obtenido en los últimos dos años se consideran propiedad comunitaria, independientemente de si se trata de acuerdos con marcas o proyectos cinematográficos.

Uno de los activos más significativos en discusión es la casa de 60 millones 850 mil dólares ubicada en Beverly Hills, California, que adquirieron el año pasado. Desde su matrimonio con Ben, Jennifer ha estrenado cuatro películas, además de lanzar su línea de cócteles y prepararse para una gira mundial. Su patrimonio se estima en 400 millones de dólares, mientras que el de Ben, valorado en 150 millones, proviene de sus proyectos como actor y productor ejecutivo.