Bichir recibe llamada del más allá

Corres, pero no puedes escapar, un ente más allá de lo humano te persigue hasta cualquier rincón en el que intentes esconderte, se acelera el corazón, la piel se eriza, el sudor corre por tu frente, las pupilas se dilatan, eso es lo que una película de terror como Teléfono negro 2, en la que participa Demián Bichir causa en los espectadores.

La sensación de miedo no se sustrae solo a la ficción, desde hace unos años es parte de la cotidianidad para la comunidad latina residente en Estados Unidos con un contexto político y social como el actual, con las medidas migratorias que ha impuesto el gobierno estadounidense.

Aún con esta situación, la industria fílmica del vecino país, dice el actor mexicano, busca cada vez más talento latino para megaproducciones como Teléfono negro 2, de Scott Derrickson. “No podemos evitar pensar en cómo está el planeta, yo siempre he dicho que el terror debería existir solo en la ficción, no allá afuera, en donde parece que se desmorona el planeta, pero somos más los buenos, los mandos que apostamos por la unidad, la importancia de la familia, del amor, la generosidad”, dice Bichir.

El también productor y director (Un cuento de circo & a love song) reflexiona acerca de que el mundo está poblado principalmente de gente buena.

El mensaje

“Así es como somos los mexicanos, los latinos y la mayor parte de los seres humanos, solo hay un par de tontos ahí que quieren echar a perder el día, y precisamente si algo está generando esta película es eso, que nos está dando este recordatorio de que unidos somos más fuertes”, apunta.

Armando, el personaje que interpreta, es para él una muestra clara de lo que los mexicanos y latinoamericanos representan en Estados Unidos, personas valientes, que quizá han pasado por infiernos personales, y con todo eso optan por ser generosas, amables y trabajadoras.

Sobre su personaje en esta producción, dice que tiene claramente espíritu muy mexicano. La trama comienza exactamente como lo describe, en el infierno de los personajes, con gente rota que de a poco retoma su camino.