Las preguntas se encendieron en redes sociales luego de la detención del magnate musical Sean "Diddy" Combs en septiembre de 2024, acusado de trata de personas con fines de explotación sexual, así como de proveer transporte para el ejercicio de la prostitución.
El rumor sobre un posible abuso contra Bieber surgió porque Combs fue una figura clave en los primeros años del cantante canadiense. Su vínculo se dio gracias a Usher, y más tarde, "Diddy" se volvió un mentor que moldeó la imagen del joven artista, cuando apenas tenía 15 años. En redes sociales han fotografías de ambos juntos, paseando y celebrando, e incluso videos en los que algunos usuarios afirman que Justin luce incómodo.
Aunque eventualmente sus caminos se separaron, la especulación creció conforme se revelaban más denuncias en contra de Combs. Hasta hace unos meses, fuentes citadas por The Daily Mail señalaban que Bieber se sentía solo atravesando esta controversia y que prefería concentrarse en su familia y en la crianza de su hijo, fruto de su matrimonio con Hailey Bieber.
Algunas de las imágenes que levantaron sospechas incluyen su aparición conjunta en Jimmy Kimmel Live! en 2011, donde Combs dijo que Justin "sabía que no debía hablar en televisión nacional sobre lo que hacía con el hermano ´Puff´" (como también es llamado Combs). Otro video que se ha viralizado es uno de 2009, cuando "Diddy", junto a un joven Bieber, dice: "Durante las próximas 48 horas, él estará conmigo y nos vamos a volver completamente locos", agregando que no podía revelar lo que harían pero que era "el sueño de un niño de 15 años".
Ahora que ha comenzado el juicio contra Combs, el equipo de Bieber rompió el silencio. En declaraciones obtenidas por TMZ, su representante afirmó: "Aunque Justin no está entre las víctimas de Sean Combs, hay personas que sí fueron realmente perjudicadas por él. Desviar la atención de esta realidad le resta importancia a la justicia que esas víctimas merecen".
Más de 120 personas han presentado demandas contra Diddy por abuso sexual, violaciones y violencia, lo que configura uno de los casos más graves dentro de la industria musical estadounidense reciente. El juicio continúa.
