Bióloga se convierte en actriz

Bióloga se convierte en actriz

Carolina Guzmán es bióloga y trabaja para el Fondo Mundial de la Naturaleza, donde protege los bosques de Chiapas. Conoce a ambientalistas que han sido amenazados de muerte y, aunque ella no lo ha vivido, sabe que su labor es riesgosa al afectar intereses económicos.

Tan solo el año pasado, de acuerdo con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), se documentaron 25 asesinatos de defensores del medio ambiente, siendo su entidad la segunda en número de homicidios. La cifra es la segunda más elevada en la última década, solo superada por los 29 de 2017. “La violencia es muy normal vivirla cuando haces este trabajo”, dice en plática.

Ahora su rostro y su nombre serán más conocidos: es una actriz natural que ya ganó un premio en el Festival Internacional de Cine de Morelia y cuyo trabajo ha sido aplaudido en lugares como Qatar, donde se presentó recientemente.

Producción

Carolina no pasó a estar frente a la cámara con una historia cualquiera, sino con La reserva, un drama de ficción basado en relatos reales. En este interpreta a una guardabosques que, al detectar talamontes ilegales, decide pedir ayuda a varias personas que le dan la espalda, mientras recibe amenazas de grupos delictivos.

La cinta, ópera prima de Pablo Pérez Lombardini, llega a salas mexicanas. Carolina fungió inicialmente como asesora de campo del realizador en las comunidades aledañas a la reserva de la biósfera de El Triunfo, en Chiapas.

Cuando acabaron la investigación, Pérez Lambordini le lanzó la invitación para que fuera su protagonista. Así, sin ninguna preparación actoral. La cinta fue la gran ganadora en Morelia donde obtuvo, además del galardón a mejor actriz, los de película y dirección. “No le dije que sí de inmediato, yo estaba con mi vida normal, con proyectos. Ya me había dicho que quería actores naturales, pero no que fuera yo a estar”, recuerda.

“Lo consulté con mi esposo, con gente que me rodea, y me dijeron que no tuviera miedo. Y, bueno, cuando acepté dije: ya montada en la yegua, tengo que aguantar con los reparos”, detalla.

El peso de lo real

El guión fue confeccionado con base en relatos verdaderos de defensores de territorio y la naturaleza, golpeados por el crimen organizado y la falta de apoyo de autoridades. Justo para una secuencia, se echó mano de una llamada real que recibió una víctima, en la que se le pide deje lo que está haciendo para si quiere seguir viva.

Carolina, en la escena, solo va reaccionando a lo que un delincuente decía a la persona. “La llamada la encontré en un artículo periodístico, en el que un periodista denuncia la extorsión y que lo obligó a salir de Chiapas; preguntamos si la podíamos usar y sí”, cuenta Pérez Lombardini.

Menudita, con facilidad de palabra y sonrisa, Carolina es la nueva andante de un camino que ya pisó Yalitza Aparicio, quien alcanzó nominación al Óscar por Roma, luego de que era maestra escolar.

Otro es Juan Jesús Varela, en su momento contendiente por el Ariel gracias a Sin señas particulares y Sujo, pero que aún ahora trabaja como plomero en Guanajuato.