Marina Porcelli (Argentina, 1978) considera que la escritura narrativa puede consolidarse desde la creación de cuentos y no apuntar —siempre— a la elaboración de novelas. Por esa exploración del cuento, la escritora publica Ciudad en dos (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2025), una recopilación de 13 cuentos de realismo que exploran temas como la violencia, el miedo, las relaciones interpersonales y la sexualidad, entre otros.
Ciudad en dos desdobla dos escenarios en las experiencias de Porcelli, Ciudad de México y Buenos Aires, ambas ciudades hermanadas por hechos históricos y que se hacen presentes en los cuentos del libro.
Entre dos mundos
“Resido en los dos lugares, casi de manera insana, nunca pienso mi vida fuera de México, yo soy quien soy por todo lo que México me dio, tengo hoy 47 años, pero llegué a la CDMX a los 30, entonces es imposible no pensar en las conversaciones y diálogos con los autores mexicanos2, señala Porcelli en entrevista.
Algunos de los cuentos que integran la obra, como “La cacería” y “Tiempo de noche”, tienen como protagonista a la capital mexicana, en donde se desarrollan historias melancólicas, desenfrenadas y sexuales. “Ese mapa de la ciudad, que tenía que ver con el deseo, y concretamente con el deseo sexual era mi idea cuando encaré ‘La cacería’; en ‘Tiempo de noche’ quise escribir sobre el duelo de la separación que no se acaba nunca, el hartazgo de la pareja que no se puede separar nunca y quedan atrapados en una coordenada de tiempo”, detalla la escritora, quien ha obtenido diversos premios de ensayo y narrativa.
Acerca de los elementos de Buenos Aires que se hacen presentes en los cuentos, Porcelli explica que son un poco más íntimos, ya que, al final, lo vivido en CDMX lo observa desde “el extrañamiento”. Añade que algo que hace diferentes a las ciudades y que está presente en los cuentos es el tema de la luz y la noche, ya que en Buenos Aires se acostumbra a realizar actividades más por la tarde y noche, al contrario de la CDMX, que inicia actividades desde temprano.
Porcelli reflexiona sobre el género del cuento, y apunta que el libro es una invitación a pensar historias, así como a ver la relación entre las dos ciudades. “Hay algo hermanado para mí entre lo argentino y lo mexicano a pesar al margen de las diferencias, para mí es importante eso”, señala.