Santiago Arau, fotógrafo mexicano con una amplia trayectoria, saltó a la fama luego que sus fotografías se viralizaran en redes sociales. La vista aérea de paisajes citadinos y naturales, la magnitud de las marchas feministas en la Ciudad de México e incluso los rostros de los héroes de la pandemia son parte del trabajo del mexicano que se ha podido seguir en sus perfiles de X, Instagram y Facebook.
Sin embargo, su exposición “Patrimonio a través de la lente de Santiago Arau”, en el Museo Nacional de Arquitectura (ubicado en el cuarto piso del Palacio de Bellas Artes), y la publicación de su libro Patrimonio (distribuido por Fauna Libros) lo llevaron a querer encontrar el equilibro entre lo digital y lo análogo.
“(La experiencia de la exposición) confirma mi teoría. En esta faceta de fotógrafo que tengo en este 2024 es salir un poquito de los mundos digitales. Somos una generación de fotógrafos que hemos compartido nuestro trabajo por medios digitales y me di cuenta que hay otros espacios. Una fotografía en línea puede ser vista por millones de personas, pero me quedo con esta experiencia del tú a tú con la gente que se acerca a decirme que no conocía mi trabajo, pero que lo vio en una librería. Es ahí a donde quiero llegar, conocer los mundos reales. No digo que el mundo digital no exista, pero es tan fugaz y banal, con tanta distracción”, comentó.
En la muestra, Arau presenta 80 imágenes, en pequeño y gran formato captadas entre 2015 y 2023, con las que captura ejemplos de los patrimonios en el Valle de México, ya sea naturales, como los volcanes; o artificiales, como la arquitectura de Bellas Artes o el Ángel de la Independencia.
La exhibición está dividida en ocho secciones: Volcanes, Lagos, Prehispánico, Conquista, Independencia, Siglo XIX, Siglo XX y Siglo XXI, y una parte final dedicada a los trabajos de recuperación y conservación del patrimonio de México que lleva a cabo el Inbal a través de su Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble. El fotógrafo explica que en las imágenes que exhibe, trabajó con esta idea del equilibrio, porque usó una “técnica híbrida” ya que sus cámaras son digitales, “pero con técnicas análogas”.
“Ese trabajo se pierde en Instagram, pero en estos grandes formatos en la exposición, la gente puede ver esos detalles. No menosprecio el mundo de las redes sociales, porque gracias a estas podemos vivir de forma independiente y democratiza el trabajo. Pero eso también hay que aprovecharlo para llevar las imágenes a otros espacios”, dice Arau.
Primera generación del dron
Una de las características claves en la obra de Santiago Arau son sus imágenes tomadas con dron. Aunque uno pueda creer que ya se está acostumbrado a ver imágenes tomadas con esta herramienta, el mexicano recuerda que esta herramienta fue implementada apenas en 2015 y que antes, para hacer vistas aéreas se necesitaba de un helicóptero.
“Hemos visto el Ángel de la Independencia desde abajo, pero ver cómo se ve a unos centímetros sobre su cabeza, es lo que hizo que mi fotografía destacara. Soy parte de la primera generación que empezó a trabajar con drones comerciales. Intento hacer encuadres que son poco comunes, que siempre han existido, pero que ahora se pueden hacer gracias a los drones. Mis grandes referencias son Dr. Atl y José María Velasco y cuando voy a hacer fotos me preguntó qué habrían hecho ellos si hubieran tenido un dron”, declara Arau.
El fotógrafo, que en 2021 expuso Territorios en el Colegio de San Ildefonso, explica que fue un “relajo” aprender a hacer fotografía con dron, herramienta que compara con algún invento salido de películas como James Bond o El Inspector Gadget, pero que no cambió las reglas de hacer fotografía, pues las reglas estéticas son las mismas.
Al reflexionar sobre el impacto de la tecnología en su campo de trabajo, Arau considera que la inteligencia artificial no tendrá una fuerte repercusión en el campo, como lo tuvo el internet y confiesa que no le gusta. “Creo que por eso quiero frenar un poco la tecnología, y salir de la pantalla para ir al libro (o museo)”, concluye.