“Nosotros éramos una banda de chavillos desmadrozos que hicimos una banda de rock y nos funcionó”, dijo Diego Herrera tecladista de Caifanes al recordar sus inicios esto después de tres décadas sobre los escenarios.

“Nos funcionó y pudimos tocar por todos lados, cosa que para un músico no puede haber nada mejor, el ser escuchado, esa era en aquella época, ahora somos personajes con hijos, con mucha más edad, somos mucho más consientes, creo que hemos crecido como músicos ahora la vida es diferente, cuando tienes hijos aprovechas más la vida y te preocupan otras cosas, nos dedicamos más a nuestra familia, cuando estamos en la banda somos uno, pero en casa cada quien hace sus cosas”, dijo Herrera.

¿Caifanes sería igual de exitoso si no se hubieran separado? Eso también se lo han preguntado a veces el músico, pero el hubiera no existe, así que tal vez sólo imagina que si no lo hubieran hecho sería otra historia.

“Tal vez estaríamos en otro lugar, porque en el tiempo que estuvimos separados, crecimos cada quien por su lado y lo que hace tan particular del sonido y lo que sucede en esta banda, es la participación de cada uno de nosotros y no sería lo mismo si no estuviéramos los que estamos, hay una parte de cada quien que tiene un impulso creativo, un sonido que entre los cuatro lo forman todo”, comentó.

«No sé, si hubiéramos seguido juntos, tendríamos muchos discos más, hubiéramos caminado para otro lado, es algo que no podría saber yo definitivamente qué hubiera pasado, probablemente si en el lapso del tiempo que no tocábamos juntos, se empezó a crear un mito, algo, pero bueno esto no se agota, seguimos tocando y sigue mucha gente que nos ve y comparte con nosotros esta energía maravillosa que es la música”, abundó.

Después de 15 años de no tocar juntos, Saúl Hernández, Alfonso André, Sabo Romo y Diego Herrera, también en ese reencuentro estuvo Alejandro Marcovich, se reunieron con la idea de sólo hacer un par de conciertos, pero nunca se imaginaron que su aventura duraría ya casi una década.