Cecilia Toussaint volvió al escenario de sus amores: el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, un recinto que la ha cobijado desde 1989 cuando inició su carrera y que esta vez la reunió con sus fieles seguidores, quienes disfrutaron de su espectáculo “El lado sur de mi corazón cromático”.

Esta veterana del rock mexicano no necesitó de gran parafernalia para dar un gran concierto, el cual se desarrolló en el marco del ciclo Nosotras somos memoria; solo ella y sus seis músicos bastaron para hacer un recorrido por el pasado y presente de su carrera. La noche comenzó con los temas “Esperando nacer”, “Mientes, Siempre”, “No soy un extraño”, “Hago”, “Blue” y “Nada le debo yo al miedo”.

“Es un privilegio poder compartir lo que más amas con la familia, pero los que están aquí que son como mi familia, gracias a ellos yo puedo estar en este escenario, así que los admiro y los respeto”, dijo Cecilia para agradecer a sus seis músicos que la acompañaron en el escenario.

Los te amos y los gritos de apoyo no paraban de escucharse en el recinto, a lo que ella simplemente respondía con un gracias y una sonrisa. Durante las casi dos horas que duró la presentación, la cantante no solo interpretó temas clásicos, también de sus dos recientes producciones Cromático y El lado sur de mi corazón.

Cuando su sobrino Adrián Toussaint (guitarra) entraba y salía de escena, algunas mujeres comenzaban a gritar su nombre y hasta le gritaron “suegra” a la cantante (a pesar de ser su tía), quien preguntó “¿cómo me dijeron?”, mientras su guitarrista sonreía y en seguida dio paso a “Soy mi voz”, “Vivo” y “Venceré”.

“Esto no estaba preparado, pero no hay manera de tener a mi hermano Enrique junto a mí, ustedes no saben lo importante que es estar aquí para los dos, entonces teníamos que hacer esto, es un diálogo entre él y yo así que con permiso”, entonces con solo el sonido del bajo interpretó “Caite cadáver”.

Le siguieron “¿Cómo que te vas?”, “Corazón de cactus”, “Casi”, “Insomnio” y “Como la nada”; y cuando ya se había despedido, la gente pidió una más y ella los complació cerrando con “Fiebre de invierno”. Al final recibió regalos y flores, pero antes de dejar el escenario correspondió cantando a capela “Sácalo”, porque le cae muy bien su público.