Una bruja y un monstruo que arroja niños a un cenote, la leyenda azteca del Quinto Sol y criaturas fantásticas en una historia de lucha por la vida digna caminan en distintas fases para ser la próxima generación de cine nacional para las infancias, un sector para el que se produce poco en México.

Mientras La bruja del bosque oscuro, dirigida por Adolfo López Campaña, parte del rapto de una niña, Monstruo de Xibalbá, ópera prima de Manuela Irene Aspitia, sigue a un pequeño quien, en un pueblo maya, conoce del terror que siembra un ermitaño; ambas están terminadas y en busca de salida comercial.

Las animaciones Mi amigo el sol, sobre el agotamiento del astro rey, en fase de producción, y Un reino para todos nosotros buscan recursos para llegar a cines. Entre 2017 y 2022, de acuerdo con las cifras más recientes del Instituto Mexicano de Cinematografía, solo se produjeron 39 títulos pensados para dicho público, dentro de un universo de más de mil 200 historias realizadas. Es decir, solo tres de cada 100 largometrajes en el periodo.