El arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer, investigador perteneciente al Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Quintana Roo, recibió un oficio por parte del Órgano Interno de Control del INAH, donde se le cita para “comparecer personalmente” en torno a lo que, justifica el documento, son faltas administrativas.
Este citatorio se da después de los señalamientos de Cortés de Brasdefer acerca de la destrucción de patrimonio arqueológico en las obras del Tren Maya, tema que el investigador denunció desde mediados del año pasado en diversos medios.
Oficio
De acuerdo con el oficio, se le hizo entrega a Cortés de Brasdefer de un disco compacto que contiene los documentos de “Presunta Responsabilidad Administrativa”, así como constancias de investigación, es decir, las evidencias de que el arqueólogo incurrió en faltas administrativas. “En la audiencia inicial deberá rendir su declaración por escrito o verbalmente, y ofrecer las pruebas que estime necesarias para su defensa. En caso de tratarse de pruebas documentales, deberá exhibir todas las que tenga en su poder”, indica.
“Se le hace saber el derecho que tiene de no declarar contra sí mismo ni declararse culpable, de defenderse personalmente o ser asistido por un defensor perito en la materia”, puede leerse en el oficio.
Tras los hechos, Cortés de Brasdefer declaró que sus abogados están analizando los documentos y preparando la defensa, y que en su momento dará más declaraciones sobre los hechos.
En agosto de 2023, Cortés de Brasdefer declaró a este diario que la dirección del INAH, encabezada por Diego Prieto, así como los integrantes del Consejo de Arqueología, han buscado cesarlo del INAH debido a sus críticas al Tren Maya, ya que en diversas ocasiones dio evidencias de la destrucción del patrimonio en la obra ferroviaria, especialmente en el tramo 7.
Comunicado
En un comunicado firmado por el Consejo de Arqueología de agosto de 2023, se le acusó a Cortés de Brasdefer de malversar los recursos públicos en la zona arqueológica de Chakanbakán, así como poco conocimiento en salvamentos arqueológicos y nulos resultados en diversas investigaciones.
Cortés de Brasdefer dijo que la dirección del INAH y Diego Prieto lo han perseguido académicamente, negándole permisos para conferencias y actividades académicas de la institución.