Al hablar de este tema se nos vienen a la cabeza los ácaros, las picaduras de insectos, el polvo, el polen o ciertos alimentos. Cuando ocurren todo es nuevo y es normal tener dudas y estar preocupados.
Asegúrate de que la leche le aporta suficientes nutrientes
Lo cierto es que hay mamás que deciden darles el pecho y bien es sabido que la leche materna fortalece el sistema inmunológico del bebé y reduce la probabilidad de que sufra alergias. Si, te has decidido por una lactancia mixta o complementaria, asegúrate de que esta tenga los nutrientes suficientes para proteger al bebé.
Mantenlo en contacto con la naturaleza
Proteger al niño de la naturaleza puede hacer que su sistema inmunológico sea más débil. Por eso es clave aumentar su contacto con el entorno natural y la biodiversidad, para que su sistema se desarrolle plenamente. Aunque el contacto debe ser con un mínimo de prudencia, siempre en vigilancia de los padres y pendientes de si pasa algo.
Evita exponer al bebé a ciertos tóxicos
Hay tóxicos que pueden hacer daño al bebé y causarles alergias. Nuestro consejo es que evites que el niño esté cerca de fuentes cercanas como polución, contaminación, humo de coches, tabaco, etc. De hecho, es sabido que los gases de combustión del diésel aumentan las alergias al polen en las zonas urbanas.
Menos consumo de antibióticos
No se aconseja un uso desmedido de ellos puesto que se ha demostrado que el exceso puede provocar enfermedades infecciosas. Siempre que se necesite su uso, ponte en contacto con tu pediatra de confianza.
Aumenta el consumo de alimentos naturales
Hay alimentos naturales y ecológicos que hacen que los niños se exponen menos a toxinas y compuestos químicos. Somos lo que comemos y una alimentación más eco y saludable los protege de las alergias. Por eso es importante considerarlo.
Introduce pronto el acceso a huevos y frutos secos
Estos alimentos son potenciales de alergias. Por eso es importante que contactes con el pediatra para ver cuándo introducir estos alimentos.
