Aunque puede parecer un paso sencillo, es una decisión que debe abordarse con precaución y conocimiento. Estos son algunos consejos prácticos para facilitar el proceso de forma segura y eficiente.Consulta con el pediatra
Antes de tomar cualquier decisión, es fundamental consultar con el pediatra del bebé. El profesional de salud podrá ofrecer orientación basada en el desarrollo específico y las necesidades del pequeño.Opta por almohadas específicas para bebés
El mercado ofrece almohadas diseñadas especialmente para bebés. Estas suelen ser más finas y firmes que las almohadas convencionales, minimizando el riesgo de asfixia.Supervisa las primeras noches
Es vital observar cómo reacciona el bebé a la almohada durante las primeras noches. Verifica que mantenga una postura adecuada y que no muestre signos de incomodidad o malestar.Evita almohadas con adornos o detalles
Las almohadas con lazos, botones u otros adornos pueden representar un riesgo de asfixia. Es preferible optar por diseños sencillos y seguros.Mantén la almohada limpia
Las almohadas pueden acumular polvo, ácaros y otras impurezas. Asegúrate de lavar y airear la almohada con regularidad, siguiendo siempre las indicaciones del fabricante.Revisa la firmeza periodicamente
Con el tiempo, las almohadas pueden perder su firmeza. Es importante revisar la estructura y la forma de la almohada con regularidad para garantizar que sigue siendo adecuada para el bebé.