Con denominación de origen millennial

Con denominación de origen millennial

Tres horas diarias es el tiempo medio dedicado por los jóvenes a sumergirse en el mar digital, según estudios hechos por Nominalia y TNS. El informe PISA señala que el 22 % de los jóvenes son usuarios extremos de internet, que pueden llegar a seis horas de conexión al día. El periodo de tiempo conectadas al smartphone cada vez es mayor en las generaciones más jóvenes ¿Qué contenido consumen y a través de qué dispositivos lo hacen? Y, más importante, ¿qué enfermedades y adicciones sufre esta generación?

El mito griego de Narciso ha cobrado vida en muchos usuarios de redes sociales como Instagram o Snapchat y sus publicaciones efímeras. El gusto por conservar los recuerdos y la falta de pudor al exhibir cada aspecto de la vida privada parecen los factores que han dado lugar a esta adicción. Sin embargo el psicólogo Jonathan García-Allen declara que las selfies son consecuencia de la cultura y el sistema socioeconómico en el que vivimos.

“Hemos sido educados para consumir estética, ocio y espectáculo porque son elementos axiales de una sociedad que tiende a la enajenación de las personas y a la normativización de ciertos criterios sobre la belleza y la diversión, aunque añade que el problema principal no son las nuevas tecnologías, sino el uso patológico de las mismas”, refiere.

Sobreexposición

El “fenómeno fan” en jóvenes y adolescentes no debe preocupar, ya que corresponden a movimientos grupales y de pertenencia a un colectivo. Aun así, el psicólogo citado recalca que “hay ciertas personas que no consiguen establecer esta identidad y pueden verse volcados a fenómenos enfermizos de idealización de otros”. Algunos ejemplos podrían ser la crítica que reciben algunos influencer a su estilo de vida. Aunque cuenten con su propio equipo y largas sesiones de trabajo, no están a salvo de haters; incluso, algunos han tenido que cambiar de domicilio huyendo del acoso de sus fans. Hasta las marcas de moda han llegado a rebelarse contra este fenómeno

Los riesgos para la salud del tecnoadicto

Estos avances tecnológicos y sociales se han sucedido exponencialmente en los últimos años, y los jóvenes aprovechan no solo el potencial de los aparatos digitales para la fotografía,  sino todo aquello que les ofrece la actual era digital.

Desventajas

Los problemas de salud, económicos y culturales son la otra cara de la moneda. Algunos de estos males, aunque no son tan exclusivos de esta generación, sí se han agravado debido a esta “etapa 2.0”:

Nomofobia: Esta patología quizás es la más típicamente millennial. El anglicismo hace referencia al miedo, angustia y obsesión que sufren determinados individuos al no disponer de su smartphone o de conexión a internet. La adicción a la hiperconectividad e información es algo característico de los más jóvenes, que pueden superar hasta siete horas al día conectados.

Consumismo permanente: La búsqueda de la gratificación instantánea, la novedad y el compartir experiencias han generado el llamado “when what where I want” (qué, cuándo y dónde quiero), que se traduce en la compra inmediata a través de dispositivos móviles. Aunque pueda parecer una ventaja para las marcas, estas no saben como llegar a la generación millennial que toma las decisiones de manera más precipitada.

Enfermedades de la visión: La fatiga visual, la sequedad del lagrimal y otras deben su existencia, en gran parte, a la cantidad de horas que los internautas pasan delante de la pantalla. ¿Qué otra parte del cuerpo parece afectada por el uso excesivo de estos dispositivos virtuales? Aunque parezca increíble, los pulgares, la muñeca y las manos son candidatos a sufrir distintas patologías por el uso excesivo del teclado virtual.

Distimia: Esta palabra poco conocida hace referencia a una enfermedad famosa: la depresión. En este caso, se trata de una forma leve, pero crónica. Esta alteración en el estado de ánimo, sobre todo en los jóvenes, puede no detectarse y afectar al ámbito laboral y social. ¿Qué lo puede desencadenar? Desde un cartel que rece “entradas agotadas” hasta la falta del video semanal de su “youtuber” favorito.