Miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) cuestionan el “llamado urgente” que hizo el Conacyt para que investigadores donen de forma voluntaria los estímulos que reciben.
El biólogo Antonio Lazcano, la viróloga Susana López, la geóloga Abigail Jiménez y la veterinaria Adriana Cortés describen el llamado como tardío, incongruente y falto de claridad, mientras que la socióloga Teresa Rodríguez lo define como pertinente.
Los miembros del SNI recibieron un correo firmado por María del Carmen de la Peza, directora adjunta de Desarrollo Científico del SNI del Conacyt, en el que se llama “a la solidaridad de la comunidad científica del país con el Pueblo de México a través de la donación voluntaria de uno, dos o tres meses del estímulo que reciben. Muchas de las regiones del país no han entrado en la fase de expansión de la pandemia y progresivamente se irá incrementado el número de casos. Así mismo, la etapa posterior a la pandemia significará retos económicos y sociales importantes”.
“En Conacyt se dieron cuenta un poco tarde de la urgencia, porque cientos de colegas del mundo académico que son miembros del SNI han ayudado de distintas maneras. El anuncio llegó tarde y precedido del trato arrogante hacia la comunidad científica. El gobierno en general y el Presidente en particular se han referido hacia los científicos e investigadores como un grupo de personas que medran del presupuesto, que hacen viajes a todo lujo y que están lejos de la realidad. Si se quiere ahorrar dinero, se encontrará una fuente importante en proyectos como Dos Bocas”, declara Lazcano.
Por otro lado, Susana López remarca que Conacyt hizo un llamado voluntario en el que se apela a la solidaridad, pero se hace con un grupo minoritario, pues en el SNI hay alrededor de 30 mil miembros, mientras que en México hay 126 millones de habitantes.
“La comunidad científica es de las más solidarias, en este momento cada científico trata de apoyar desde su área. El estímulo que da Conacyt no es un regalo, en realidad es un estímulo que se da al trabajo. El llamado es apelar a la solidaridad pero es incomprensible porque mucha gente cuenta con ese estímulo para completar el salario y así mantener a una familia. No veo que sea una manera justa”, sostiene López.
En el SNI no todos reciben el estímulo, uno de ellos son los casos de aquellos que hacen post doctorados en el extranjero, en ese caso se encuentran Abigail Jiménez y Adriana Cortés. A pesar de no recibir el estímulo, ambas recibieron el correo, por lo que lo califican como “desorganizado”. “No se ve que haya un plan de trabajo, de a dónde estará enfocada la ayuda. Esperaría algo más de especificidad cuando se hace este tipo de peticiones”, dice Cortés.
Por su parte, Teresa Rodríguez indica que es un llamado pertinente porque se lleva a cabo en un momento que requiere activar “todos los mecanismos de solidaridad que puedan hacer contrapeso a las grandes desigualdades que hay en el país y que en estas crisis saltan con particular fuerza”.