Coyote Ugly

Coyote Ugly

Corría el año 2000 cuando Piper Perabo, Maria Bello y el mismísimo John Goodman (buen hombre y mejor actor) se sumaron al reparto de Coyote Ugly. Una película que causó furor a nivel mundial y que marcó a toda una generación de adolescentes sedientas de libertad, aventuras, amor y, por qué no decirlo, alcohol.

Olvídate de Tinder y de llamar a ese hijo de una antigua amiga de tu madre que también está viviendo en la big city. El mismo día de tu llegada, el universo se alineará de tal manera que te pondrá en bandeja a tu media naranja. A otras nos tiró media naranja, pero para mezclarla con vodka e hidratarnos mientras llorábamos amargamente por los chicos que, uno tras otro, no nos llamaban.

En la cinta, Perabo, que tiene un gran poder de estrella, interpreta a Violet, una chica de clase trabajadora de South Amboy, Nueva Jersey, que empaca sus maletas y se muda a un apartamento barato en Chinatown (donde no conoce a ningún chino) y consigue un trabajo en Coyote Ugly, un bar que sería el resultado si tomaras el bar de Cocktail e hicieras experimentos imprudentes en su ADN.

Es el tipo de bar del que lucharías para salir, y tendrías que hacerlo. Los clientes están tan apiñados que el jefe de bomberos apenas puede entrar en la habitación. Violet hace una audición para su trabajo, que consiste en bailar encima de la barra, servir bebidas, tirar hielo a los clientes que se pelean y rociar a los demás de vez en cuando con la pistola de refrescos. Estos son bailarines hábiles. Pueden hacer rutinas de Broadway en una barra resbaladiza. De vez en cuando, solo para variar, los borrachos vierten alcohol en la barra y le prenden fuego.

Muchas de las tomas de la película son picadas, mirando a los clientes, con la boca abierta y tragando saliva como peces jadeantes. Iluminadas por un neón chillón, guardan un asombroso parecido con las pinturas de “El Bosco” de los condenados asándose en el infierno.

Tras un comienzo inestable, Violet triunfa en el bar; mientras tanto, intenta repartir cintas de sus canciones por la ciudad. Tiene miedo escénico, ¿sabes?, y no puede cantar sus propias canciones porque le da miedo cantar delante de un público, aunque, obviamente, haría casi cualquier otra cosa.

Ella conoce a Kevin (Adam García), un cocinero australiano de comida rápida terriblemente agradable que la anima e incluso soborna a un tipo para que le dé una audición intercambiando su preciado cómic de Spider-Man.

Coyote Ugly finalmente conduce a las preguntas: ¿encuentra ella el coraje para cantar? ¿Siguen juntos después de su malentendido de la trama idiota? ¿Se hacen realidad todos sus sueños?

Éxito de taquilla

Hay una razón para ver la película, y esa razón es Piper Perabo. Tiene una de esas sonrisas amigables típicas de Julia Roberts, buen ritmo cómico, soltura y confianza en la pantalla, y una carrera por delante en propuestas mejores que esta. Muchísimas mejores. Las cantantes Jessica Simpson y Jewel fueron consideradas para el papel principal de Violet Sanford. January Jones también audicionó.

La cinta recibió críticas mayoritariamente negativas, pero aun así fue un éxito comercial, recaudando 113 millones de dólares a nivel mundial. Se ha convertido en un clásico de culto con el paso de los años. En 2020, Tyra Banks declaró que llevaba años presionando al equipo de producción original para que hiciera una secuela.

La película se basó en un artículo, “La musa del Coyote Ugly Saloon”, en GQ, por Elizabeth Gilbert, quien trabajaba como camarera en el East Village, Manhattan. El bar abrió en 1993 y rápidamente se convirtió en uno de los favoritos del Lower East Side. Como se explica en la propia cinta, el término coloquial “coyote ugly” se refiere a la sensación de despertar después de una aventura de una noche y descubrir que el brazo está debajo de alguien tan físicamente repulsivo que con gusto se lo arrancaría a mordiscos sin despertarlo, solo para escapar sin ser descubierto. Se sabe que los coyotes se arrancan las extremidades si quedan atrapados en una trampa para facilitar su escape.