Llamar por teléfono desde una cabina pública suena de lo más anticuado, pero en Leviatán, una instalación sonora en el Antiguo Colegio de San Ildefonso (zona centro de la Ciudad de México), se trata de un experimento que estudia la relación del humano con la alta tecnología.
La instalación fue creada por los artistas María Salafranca y Ciro Puig, egresados de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba, con un chatbot que, junto a un equipo de programadores, desarrollaron desde cero en específico para la exposición. La obra no funciona sin el público. El espectador llega y toma el teléfono de la cabina y comienza a conversar con un chatbot, que sigue la plática con naturalidad. “La conversación es libre, la puedes llevar hacia donde tú quieras en el tono que tú quieras y el ‘chatbot’ va reaccionando y respondiendo, va preguntando cosas, pero no es predecible. Mientras uno habla, el chatbot clona el timbre de la voz, así que la voz con la que tú estés hablando, es probablemente la voz de algún visitante de la exposición que ya conversó con él”, describe Salafranca en entrevista.
Los artistas eligieron las cabinas telefónicas porque querían que la IA se presentara a través de un objeto físico y les pareció ideal usar una herramienta de comunicación ya en desuso. “Creemos que estamos en un momento histórico, revolucionario. Creemos que la Inteligencia Artificial va a revolucionar nuestro tipo de vida, la relación que tenemos con la tecnología, con el trabajo y nuestras interacciones sociales de una forma muy radical. Creemos que es el momento ideal para cuestionar el uso que damos a la IA y cuestionar qué tanto se alimenta de nosotros y qué tanto cambiamos nosotros en nuestra relación con ella”, explica la artista sobre la motivación detrás de esta obra.
Por esta razón, Salafranca y Puig consideran la pieza como un experimento que llevan a cabo por primera ocasión, pero tienen interés de que en el futuro se convierta en una instalación itinerante.
“Somos creadores, pero a la vez somos espectadores de la pieza, es una que se hace a partir de la relación con el público, que, sin él, no sería nada porque el chat va creciendo y se va enriqueciendo mientras más interacciones tenga. Lo que esperamos es que la gente participe porque así será más interesante y complejo el desarrollo del chatbot. Estamos curiosos, queremos ver la reacción del público y la personalidad que adoptará el bot”, cuenta la artista.
Leviatán. Instalación sonora sobre simulaciones digitales de lo humano estará abierta hasta el 28 de septiembre. Después de tres minutos, la IA busca un pretexto para colgar la llamada.