Critican los recursos destinados a Chapultepec
El proyecto de Chapultepec es una de las prioridades del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Cortesía

El plan de destinar 3 mil 508 millones de pesos, es decir, una cuarta parte del presupuesto de Cultura de 2021 (que es de 13 mil 985.1 millones de pesos) a Chapultepec —de acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación— generó críticas y preguntas, pero no sorprendió a todos porque Chapultepec es parte de los proyectos prioritarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya.

Sin embargo, si no hay sorpresa, no quiere decir que se apruebe: “Nos oponemos al uso del presupuesto 2021 para el proyecto cultural Chapultepec”, escriben en Twitter los integrantes del Moccam (Movimiento Colectivo por el Arte y la Cultura de México), y preguntan por qué se dan más recursos a Chapultepec que al INAH y al Inbal.

Otros se dicen decepcionados porque son muchos recursos cuando no hay un plan para los creadores en medio de la crisis por la pandemia. “‘Primero los pobres’ hizo que yo votara por este gobierno, pero el proyecto de Chapultepec va justo en contra de este enunciado. Los pobres no son atendidos, ahora son miles de trabajadores de la cultura en precariedad por el covid-19; los museos y las escuelas del Inbal están sin presupuesto.

“¿Con qué lógica se le asigna a un proyecto la cuarta parte del presupuesto de cultura?, ¿cómo es posible que al INAH y al Inbal se les asigne menos que a Chapultepec? ¡Es ofensivo, contradictorio e insensible!”, asegura el actor Daniel Giménez Cacho.

“Lo que es el Tren Maya a nivel nacional es Chapultepec a nivel sector Cultura”, considera Carlos Lara, cofundador de Artículo 27 y especialista en legislación cultural. Afirma que el proyecto de presupuesto evidencia centralismo, apuesta por caprichos presidenciales y pisotea derechos de las comunidades y ambientales.

“Perjudica de forma muy fuerte, en un momento muy fuerte, a las comunidades de creadores que son los mediadores para que la cultura llegue a los ciudadanos. No tienen dinero, apoyos ni espacios en condiciones. Todo se centralizó para invertir el dinero donde menos hace falta. Chapultepec es un proyecto que puede esperar. El discurso se le cae a Alejandra Frausto: entró con el tema del ‘poder de la cultura’, y volvimos a la cultura del poder; al centralismo en cuanto a política pública, de presupuesto y de decisiones de una sola persona”, sostiene Carlos Lara.

El periodista y gestor cultural Eduardo Cruz, coordinador en la UAM del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu), dice que no le sorprende el dinero que se ha destinado a la mega obra, proyecto con el que, recalca, no está de acuerdo. Advierte en el presupuesto una “estructura inercial”, es decir que en general se respetan las directrices del presupuesto precedente y, por otra parte, que es un presupuesto ficticio.

“Es ficticio porque dicen 14 mil millones, pero no sabemos qué pasará en un año; tanto en 2019 como en este 2020 (por la pandemia) se demostró que el Ejecutivo es capaz de hacer los cambios que le vienen en gana. El presupuesto sigue la tendencia de los últimos años, no hay una diferencia, salvo Chapultepec. Desde Conaculta era esa la lógica. La 4T ha sido incapaz de revertir los rezagos que traen las instituciones”, señala.

Esta situación tiene origen, en gran medida, dice Cruz, en que las secretarías de Cultura federal y local no han presentado un programa de trabajo, no han dicho cómo van gastar los recursos. “Y es aplicable a toda la administración pública federal. Para el manejo del presupuesto, el gobierno federal ha sido incapaz de generar un proyecto diferente al que heredó del neoliberalismo”, asevera.