Se ha debatido mucho en las últimas décadas sobre la obra más destacada de Meg Ryan en el mundo de la comedia romántica. La respuesta es definitiva. Es, y siempre lo ha sido, Cuando Harry conoció a Sally. No solo es la mejor comedia romántica de Meg Ryan, sino la mejor obra del género de todos los tiempos. Es la fusión perfecta entre el reparto y el equipo técnico, que se encuentran en el momento justo y establecen una química y un ritmo inigualables.
No hay mejor punto de partida para esta película que el guion, la columna vertebral que la mantiene en movimiento. Este es solo el tercer guión de Nora Ephron que llega a buen puerto, ya que los dos anteriores fueron dirigidos por Mike Nichols. Este guión es divertido e ingenioso, y cada escena tiene un propósito. Nada debe ser eliminado y aprovecha al máximo cada segundo. Cuando Harry conoció a Sally no cae en la trampa de otras películas similares, en particular las comedias románticas modernas, que sobrecargan su historia con escenas superfluas que prolongan la duración mucho más de lo necesario. Algo especialmente destacable del trabajo de Ephron es que, aunque hay una plétora de frases ingeniosas increíblemente citables, todas forman parte del diálogo entre los personajes y no se usan solo para provocar una risa al final de una escena. Tanto Harry como Sally están bien escritos y desarrollados, hasta el punto de que un par de interacciones con ellos nos dicen exactamente quiénes son. Se necesita una gran habilidad para escribir para lograrlo tan rápido.
El trabajo detrás de cámaras prepara el escenario para las verdaderas estrellas del espectáculo, Billy Crystal y Meg Ryan. Tanto Harry Burns como Sally Albright están interpretados y escritos con tanta perfección que las películas han buscado variaciones de sus personajes durante décadas desde su estreno. Cada uno tiene su estilo de vida y se aferra a él: Harry con sus reglas de relación y Sally con saber exactamente qué quiere y cómo deben hacerse las cosas. Su química es verdaderamente única en el género, ya que va más allá de la simple atracción física. Existe una profunda conexión entre ellos, una vez que se dejan entrar un poco. Durante un momento de la película, demuestran lo que puede ser la verdadera amistad, independientemente del género. Por supuesto, la historia los lleva al abismo romántico, pero su relación aún exhibe un nivel de cercanía difícil de alcanzar en cualquier relación. Sin faltarle el respeto a Tom Hanks, Billy Crystal tiene sin duda la mejor química y es el mejor compañero de escena que Meg Ryan ha tenido. Sus diálogos fluyen y se complementan con naturalidad. Carrie Fisher y Bruno Kirby también ofrecen excelentes interpretaciones como los mejores amigos de Harry y Sally, y los cuatro participan en la conversación telefónica más electrizante jamás filmada. Es bien sabido que tuvieron que estar todos juntos al teléfono para lograrlo, y la escena es mucho mejor gracias a ello.
El impacto de Cuando Harry conoció a Sally es innegable. El guion, la dirección y la actuación son impecables, y el esfuerzo conjunto de todos los involucrados ayudó a llevar al mundo a la era moderna de la comedia romántica. Individualmente, casi todos disfrutan de grandes cosas después de esta película, pero la grandeza que se encuentra aquí jamás se repetirá. Por mucho que lo intentes, no se puede lograr.
A través del guion de Ephron, la dirección de Reiner y las actuaciones al centro de Ryan y Crystal obtuvimos verdad, originalidad e ingenio. Cuando Harry conoció a Sally plasmó con humor el cambio de mentalidad ahora más abierta a discutir temas tabúes y a comenzar a exigir más autenticidad en las relaciones interpersonales, así como en las comedias románticas.