La atención de la madre tras el parto es fundamental para multiplicar su bienestar. Cuidar de tu bebé es un placer que te produce una inmensa felicidad, sin embargo, no te olvides de ti porque cuando tú te sientes bien, tu bebé también estará mejor.
Adopta el hábito de realizar breves y relajantes caminatas
Puede ser una experiencia muy apetecible tanto a nivel físico como a nivel emocional. Un breve paseo te permite gozar, además, del contacto con la luz del día. Es muy nutritivo para tu piel y contribuirá para aumentar tu energía durante el día a día. ¿Lo más importante? Puedes caminar en compañía de tu bebé recién nacido, por lo que no tienes por qué dejar a tu bebé al cuidado de otra persona mientras vas mimándote a ti misma.
Busca apoyo en tus familiares y en los amigos cercanos
Algunos podrán acompañarte de una forma más próxima; otros, por su parte, lo harán enviándote mensajes positivos a través del teléfono. Todo cuenta, no lo olvides, mami. Sentir que tienes una red de contención emocional. Es decir, un entorno de pertenencia incrementa tu nivel de resiliencia en medio de tantos cambios. Por no contar con que necesitarás ayuda para manejar toda esta etapa de cambios y no tienes que responsabilizarte de todo tú sola.
Cuida tu higiene íntima
A través de la elección de una ropa interior que se ajuste a tus necesidades actuales. Elaboradas en un tejido transpirable, se emplean durante los días posteriores al parto. Estos diseños que sean adaptados para su uso con compresas.
Vigila tu alimentación
Uno de los mayores cambios tras el embarazo es el cambio que sufre tu cuerpo. Lo ideal es que te pongas en manos de un nutricionista para conocer cuáles son los alimentos que constituirán la dieta rica y saludable que necesitas para volver a tu peso de siempre.
Descansa tanto como puedas
Puede parecer una contradicción en sí misma puesto que el cambio en el estilo de vida es significativo en este periodo. Sin embargo, en la medida de lo posible, intenta aprovechar los espacios de tiempo que tengas disponibles para dormir y relajarte. Establece un orden de prioridades en el que tu siesta sea un objetivo real. No te defraudes.
Confía en tu médico
Si tienes cualquier duda sobre tu salud o bienestar consulta siempre tu caso con un especialista. Más allá de las características generales, cada posparto es único porque se enmarca en el contexto propio de tu historia individual.












