Damien Hirst, entre el horror y la belleza
La exposición permanecerá hasta el 25 de agosto. CP

No es una de las primeras obras en recibir al público en la exposición “Vivir para siempre (por un momento)” en el Museo Jumex, ni es tan popular como las piezas de animales en solución de formaldehído, pero es una que impacta al público una vez que se ve con atención: un lienzo lleno de miles de moscas muertas atrapadas en resina. Esta creación, titulada We’re born; we look around; we die (2006), es un buen ejemplo de cómo el artista inglés Damien Hirst trabaja temas como la muerte y la tensión entre el horror, la repulsión y la belleza.

Desde este sábado 23 de marzo se podrá visitar la exhibición en el Museo Jumex que repasa la producción del polémico artista. En los tres niveles del museo y su plaza están distribuidas 57 obras de Hirst, que fueron creadas entre 1986 y 2019 y forman parte de sus series más famosas: “Medicine cabinets”, “Natural history”, “Spin paintings”, “Cherry blossoms” y sus pinturas de puntos y mosaicos con mariposas.

El tema central de la muestra, y de la obra de Hirst, es “la mortalidad”, explicó Ann Gallagher, asesora curatorial, en conferencia de prensa. Señaló que Hirst explora las formas en las que los humanos negociamos con nuestra mortalidad, a través de distintos sistemas de creencias como la ciencia y la religión.

Es por eso que en su exposición se encontrarán gabinetes médicos, un mural con pastillas médicas, animales conservados en formaldehído (que conforman su serie “Natural history”), radiografías, gabinetes con una impresionante colección de insectos y una escultura de 10 metros de alto, titulada The Virgin Mother, de un modelo anatómico que da la bienvenida a los visitantes del museo.

Pero junto a la estética de museo de historia natural y científico, se podrán apreciar “vitrales” de iglesias hechos con mariposas. También se exhiben obras que son símbolos de la muerte como un cenicero gigante lleno de cigarrillos, titulado Crematorium y un cráneo humano del siglo XVIII, con más de 8 mil diamantes incrustados, titulado For the love of God.

“Para todas las referencias hacia la muerte y la oscuridad, y la cualidad gótica que se puede encontrar en mucho del trabajo de Hirst, siempre hay una ligereza contrastante a encontrar, una alegría pura a discernir en el color y los materiales, un jugueteo que se tiene en los experimentos escolares, un sentido del humor de la vida”, concluyó Gallagher.