La programación del 31º Festival Internacional de Teatro Universitario (FITU) de Teatro UNAM tiene como objetivo “tejer y contar ciertas historias”, en palabras de Jaqueline Ramírez, coordinadora del encuentro.
“Nuestra base son los y las jóvenes, las nuevas generaciones de creadores y creadoras. El festival se ha planteado como una ventana, una plataforma para ellos. Las obras en competencia son un gran abanico de las narrativas que les importa abordar en estos momentos”, indica.
Es diversa la forma en la que están escritas las piezas que se presentan hasta el 14 de septiembre en el Centro Cultural Universitario (CCU) de la UNAM —el invitado internacional, que inauguró la presente edición, es Nueva Zelanda—: desde textos clásicos hasta dramaturgias propias, explica la coordinadora, teniendo como factor común las problemáticas sociales de un mundo caótico.
“Uno de los grandes temas es la reconfiguración de las relaciones estructurales ligadas al género. La forma en la que el patriarcado nos ha impuesto ciertos cánones de comportamiento”, dice Ramírez, y destaca la presencia del colectivo chileno Lastesis, que presentará el performance Canciones para cocinar, el 13 de septiembre, a las 20:00 horas, y el día 14, a las 12:00 y 17:00 horas, en el auditorio del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).
“Otro tema fundamental es la forma en que la migración afecta a las personas. La semana pasada tuvimos una pieza sobre la guerra y los conflictos en India”, continúa. Y detalla que esta semana se presentará Mañana es otro país, de Teatro Real Flamenco de Bruselas y Fundación Teatro a Mil de Santiago de Chile, una de las más importantes de América Latina. La dirige el belga Michael De Cock y su performer es la chilena María José Parga.
“¿Qué es para un niño o una niña dejar su hogar y cómo se reconfigura esa relación? Lo que queremos es ir tejiendo y escuchar constantemente a los jóvenes, así vamos creando narrativas en función a nuestros ejes: encuentro, cuidado, colectividad, desafío y territorio. Las obras valen mucho porque son la voz de una nueva generación de creadores”, concluye.