Daniel Bisogno lleva más de una semana hospitalizado, el conductor de Ventaneando ingresó otra vez al hospital por una infección en los pulmones según reveló su amiga Pati Chapoy, el también actor de 50 años batalla cada vez más con su recuperación, la cual viene de un problema en el hígado, según palabras de su colega Pedro Sola.

Antier, en el programa de TV Azteca, Chapoy dio una actualización del estado de salud de Daniel, quien desde hace un año tiene problemas de salud, fue internado de emergencia cuando se le reventaron varias varices esofágicas, venas anormales en la parte inferior del conducto que se extiende desde la garganta hasta el estómago.

Infección

Aunque en un inicio se dijo que la reciente hospitalización de Bisogno era debido a análisis de rutina, la conductora de Ventaneando precisó que su colega padecía una infección en uno de sus pulmones, por lo que estaba recibiendo un segundo tratamiento. “Nuestro compañero Daniel Bisogno, quien sigue internado en un hospital de la Ciudad de México, recibió un segundo tratamiento para la bacteria que lamentablemente afecta sus pulmones”, dijo.

El procedimiento se llevó a cabo entre cinco y seis de la tarde y afortunadamente se dio a conocer que salió bien del tratamiento. “Está descansando, está reponiéndose”, añadió la periodista. Por su parte, Sola confirmó lo que hace tiempo se dijo, y que después el propio Bisogno negó, que tenía un problema en el hígado. El presentador de 77 años indicó que Daniel fue operado de la vesícula, pero que antes de retirársela, esta se reventó y causó la infección en los pulmones que actualmente lo tiene en el hospital.

“Él tuvo un problema de várices esofágicas que se le reventaron, por algún problema del hígado. Se las pegaron, se las cocieron, quedó bien, pero de repente un día empezó a tener un dolor y resulta que era la vesícula. Le hicieron ultrasonido y los doctores dijeron que lo iban a operar, y la vesícula se le reventó, entonces todo ese caldo de bacterias y toda la mugre que tenía le infectó los pulmones. No, no, el pobre estuvo… A bombardearlo de antibióticos para poderlo abrir y quitarle la vesícula”, contó Pedro Sola.