David Pichardo le canta a Chiapas

Eran las 17:15 horas, llegamos a una pequeña casa ubicada a un costado del libramiento Norte en el carril que va de oriente a poniente, a escasos metros del bulevar Fidel Velázquez. El presidente de la Asociación de Autores y Compositores, Gustavo Manuel, toca el timbre. Nadie abre. Vuelve a intentarlo, sin éxito alguno. Esperamos unos segundos y decide volver a tocar. Alguien se asoma y nos da la bienvenida diciéndonos que el maestro David Pichardo nos aguarda en su sala.

David nos empieza a dar una plática introductoria sobre su vasta experiencia como músico, y nos habla también de que se encuentra trabajando en su proyecto sobre la historia de Chiapas cantada, el cual lo ha llevado a leer mucho sobre la historia de nuestro estado.

En la entrevista, el maestro platica que en un inicio no tuvo la aceptación esperada por su familia, a pesar de ser ellos la inspiración para componer. Fue más en reuniones con amigos donde encontró la oportunidad de cantar una que otra melodía.

“Quizá estaba un poco ‘verde’ para desarrollarme como compositor o como cantante, por lo que, con unos compañeros, comenzamos a llevar serenatas o ir a cantar a las fiestas. Era nuestra diversión andar en esa onda”, relata.

“Mi oportunidad viene en el año del 70, cuando la revista Notitas Musicales lanzó una convocatoria para nuevos valores; me presenté y canté en las oficinas de esta revista. Fue con la canción ‘Nuestras quimeras’ que quedé registrado y me dijeron que me mandarían a llamar. Estuve muy ilusionado con el posible llamado que tardó mucho en llegar, pero al final llegó la invitación para ir a competir”, recuerda David,

En el evento, el tema fue interpretado por una veracruzana de nombre Beatriz Hernández, pero al autor le costó la adaptación, ya que ella cantaba un tonos más abajo, mientras que David tocaba la guitarra con tonos más altos. Ante esa situación, David se quedó un poco triste pensando que no se había podido ejecutar bien su composición.

“Comenzaron a dar los nombres de los ganadores de forma descendente, del diez al uno, y en el quinto número escucho mi nombre: David Pichardo con ‘Nuestras quimeras’. Tenía una gran emoción, no sabía si quería llorar o desmallarme, y ahí fue donde dije que sí valía la pena seguir en este trabajo”, relata.

Músico

“Después de que sale el disco con mi canción ganadora, con material en mano comienzo a pedir trabajo de cantante en restaurantes, cafeterías y otros espacios allá en el DF. Se me facilitó más presentarme con un disco en mano, trabajaba por diez u ocho días y luego llegaba los fines de semana a otros lugares”, cuenta Pichardo.

Su actividad artística se inicia en la Ciudad de México; luego viene al estado para trabajar con unos familiares y se olvida de la música por un tiempo, pero regresa a esta como profesor en el Instituto Tuxtla, trabajo que le permite llegar a un programa de radio en la Grande del Sureste, llamado Serenata en tu balcón.

Fueron pocos los lugares en los que trabajó como cantante, debido a que tenía una estadía larga en los mismos. Sus centros de trabajo fueron El Flamboyán, Las Pichanchas, La Pantera Rosa y Magali, entre otros. Ese lapso va desde el año 1979 hasta el 2005.

Señalando la pared de lado poniente de su casa, donde cuelga varios cuadros, nos relata que participó en el Festival Tropical de Discos Melody en Oaxaca, obteniendo el séptimo lugar en composición musical, y para comprobarlo señala su reconocimiento.

“Al regreso me felicitó mi jefe, que era don Amín Simán, al ver que mi carrera como compositor iba en ascenso; y fue en el año del 1980 cuando surge la posibilidad de ingresar a la radio, donde fui programador en Radio Núcleo TG. Ahí manejaba programas, anuncios, eventos especiales y controles remotos”, rememora.

“En 1998 vino la oportunidad de hacer un proyecto musical con Coneculta (Consejo Estatal para las Culturas y las Artes) que se llamó Bienvenido a Chiapas. Una pintura musical a mi tierra, que fue auspiciado por el programa PACMYC. Les gustó mucho y me lo aceptaron en esa institución que era dirigida por Mario Uvence. El proyecto fue presentado en Tuxtla, Berriozábal, Chiapa de Corzo, Villaflores, Comitán, Palenque y Motozintla”, agrega.

“Cuando llegamos a Motozintla había feria. Nos presentaríamos en la casa de la cultura pero las personas no iban a llegar, por lo que decidimos presentarnos en el parque central, donde vendí muchos casets gracias a la aceptación del público”, señala.

Asimismo, destaca que fue becario de Culturas Populares, donde “apoyaba para producir los materiales; ahí fue donde musicalicé los poemas de Jaime Sabines que llamé A tiempo con Sabines (poesía musicalizada), en 2004-2005, y tuve el apoyo en la coreografías con la maestra Sofía Corzo Rivera. En el 2008 hice otro proyecto con Culturas Populares sobre los poemas de Rosario Castellanos que también musicalicé, con la ayuda nuevamente de Sofía Corzo”.

Sobre uno de sus trabajos más reciente, comentó: “Aunque no es una idea originalmente mía, tengo un gran amor por Chiapas, y por Tonalá ni se diga. Es mi ‘novia’, Tonalá. Yo ya venía escribiendo la historia de Chiapas cantada. La primera parte me llevó dos años; empecé desde los primeros asentamientos de Chiapas, luego los grupos étnicos, luego la época de la Conquista, de la Colonia y me falta la segunda parte, donde hablaré de la federación a Chiapas y los grandes hombres. Ya llevó algunos avances, pero hay que leer mucho”.

También dijo que agradece la participación del maestro Roberto Ramos Maza, pues ha sido un gran aliado en este proyecto, el cual fue aceptado en 2012 por el Coneculta, que le concedió el permiso de hacer toda la producción, y presentado en el centro cultural Jaime Sabines y en la casa de la cultura Luis Alaminos.

Para la historia

“Yo fui el primer cantante que se presentó en el auditorio del centro cultural Jaime Cultural, con el proyecto Bienvenidos a Chiapas”, dijo el artista cuya única intención es difundir su creación. “Tonalá de mis amores es el último trabajo que he presentado, que fue un disco hecho para mi pueblo, que tiene un poema musicalizado de la autoría Joaquín Vásquez Aguilar”, refirió.

David Pichardo se encuentra actualmente en su hogar, del cual casi no sale por cuestiones de salud, pero sigue trabajando y componiendo para su pueblo.