En un lapso de un año, la inteligencia artificial pasó de ser una tecnología lejana para los usuarios en general, a estar presente en lo que se escucha en redes sociales, a la mano de los usuarios para modificar canciones, o componer, pero con voces de otros artistas. Este fenómeno, para el baterista Derrick McKenzie, miembro de Jamiroquai, es algo que podría ir en detrimento de los músicos y compositores.

“La inteligencia artificial puede hacer que la calidad musical decaiga, pues no es lo mismo una persona componiendo, expresando sus experiencias personales como probablemente ninguna otra pueda hacerlo; lo mismo pasa con la interpretación, los sonidos no son igual de una persona a otra, creados con IA pueden ir en detrimento de la música y quienes la producen”, cuenta Derrick.

Jamiroquai, la banda a la que pertenece Derrick, es una de las más influyentes e innovadoras del género funk, su disco Travelling without moving (1996) es el más vendido de su trayectoria, con 12 millones de copias en todo el mundo.