Descubre el Exconvento de Santa Mónica

Descubre el Exconvento de Santa Mónica

La fama de la ciudad de Puebla, de forma muy merecida, se debe en buena medida a sus antiguos recintos religiosos. La mayor parte de ellos, construidos en los siglos XVII y XVIII, hacen gala de un estilo barroco tan único que es llamado barroco poblano. Probablemente uno de los más bellos de estos edificios sea el Museo de Arte Religioso Exconvento de Santa Mónica. Su vida como claustro fue tan prolongada que aún hacia 1934 había monjas viviendo en este.

Fundación del convento

El Exconvento de Santa Mónica fue fundado por Francisco Reynoso y Julián López en el año de 1606, en la ciudad de Puebla. El inmueble fue usado originalmente como un hospicio para mujeres casadas de familia noble. La idea era que residieran allí mientras sus maridos estaban ausentes. No obstante, hacia 1682, en el edificio se abrió un colegio bajo la advocación de Santa Mónica. Más tarde, en el año de 1684, una cédula real decretó que el espacio fuese transformado en un convento de monjas agustinas recoletas.

Poco después, hacia 1688, el obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz (la famosa “Sor Filotea de la Cruz” a la que respondió Sor Juana) instauró en la ciudad novohispana diversas congregaciones religiosas femeninas. Dentro de aquella directriz, hizo que 24 colegialas profesaran sus votos bajo la orden de las agustinas recoletas.

Gracias a esto, en aquel año, se fundó oficialmente el Convento de Santa Mónica. Este fue el primer recinto de dicha comunidad en todo el continente americano.

Una exclaustracióndetectivesca

Algo que destaca de la historia del Convento de Santa Mónica fue su prolongada vida como recinto religioso. Inclusive sobrevivió a los avatares del México independiente, las Leyes de Reforma y la Constitución de 1857. No obstante, tras la Revolución Mexicana el convento empezó a vivir momentos difíciles. La primera Guerra Cristera (1926-1929) hizo necesario que las monjas vivieran su vida religiosa en la clandestinidad.

Esta situación se repitió en la segunda cristiada (1934-1940). Sin embargo, en esa ocasión corrieron con menos suerte. A pesar de haber disfrazado el convento como un inmueble donde se rentaban viviendas, el famoso detective Valente Quintana, el “Sherlock Holmes mexicano”, dio con un túnel secreto que conectaba al recinto religioso. Fue él quien denunció el hecho ante las autoridades poblanas, quienes finalmente exclaustraron a las agustinas el 18 de mayo de 1934.

Fundación del Museode Arte Religioso

El antiguo inmueble religioso fue resguardado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) así como la Dirección de Bienes Nacionales de Puebla. Gracias a ello, el exconvento se convirtió en un depósito de objetos de arte sacro decomisados a otros claustros femeninos de la ciudad de Puebla. En 1935 se convirtió en el primer Museo de Arte Religioso de toda la República Mexicana.

Ese mismo año, por decreto presidencial del general Lázaro Cárdenas, se acordó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) se hiciera cargo del inmueble. No sería hasta el año de 1940 que el museo-convento pasó a ser protegido y administrado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La belleza delExconvento de Santa Mónica

En la actualidad, el Museo de Arte Religioso Exconvento de Santa Mónica es uno de los más bellos de todo México. Teniendo como marco la arquitectura barroca de los siglos XVII y XVIII, el espacio resguarda una amplio acervo. Las colecciones del museo consisten en piezas de arte religioso que pertenecieron al Convento de Santa Mónica así como otros claustros de monjas de Puebla y el resto del país. Hay desde pinturas, esculturas estofadas y retablos.

Por si fuera poco, también hay objetos de la vida cotidiana de las agustinas recoletas que vivieron en el inmueble, como bordados, utensilios de cocina y la biblioteca conventual, compuesta por libros y objetos litúrgicos. A lo largo de las 23 salas de exposición permanente y los dos patios del exconvento, el de Profesas y el de Novicias, el recinto reconstruye la vida de las religiosas. Las salas más bellas son las de Placeres, Cocina, Refectorio, Coro Bajo, Coro Alto y el Despacho de la Priora. La gama de actividades culturales en el museo incluye exposiciones temporales, talleres formativos, conferencias de académicos y especialistas, presentaciones editoriales, conciertos y recorridos guiados.