En marzo, la Ópera del Met, en la ciudad de Nueva York, celebraba recibir lo que sería su mayor donación en la historia: 15 millones de dólares. La institución ya sabía qué iba a hacer con esa gran suma, construiría un bar exclusivo en el sótano de su edificio y nombrarlo en honor a su generoso benefactor: Matthew Christopher Pietras.
Sin embargo, unas alertas de fraude y la repentina muerte de Pietras ahora ponen en una situación difícil a la ópera, que tuvo que tomar recursos de su fondo de donaciones tras ver que su mayor donación no procederá.
Esta no era la primera donación que el señor Pietras hacía a la Ópera. La relación de filántropo y beneficiario comenzó en 2018 y 2019, reporta el sitio Artnet News. Las primeras donaciones fueron de entre 5 mil dólares y 6 mil 499. En la pandemia fue más generoso, pues dio un salto a sumas de 50 mil y 99 mil 999 dólares. Invitaba a numerosos grupos de amigos en las noches de estreno y no solo cubría el costo de su boleto personal, sino también el de las 20 o 30 personas que lo acompañaban.
La situación era similar con la Frick Collection. Igual comenzó con pequeñas donaciones en 2018 y 2019 de mil 750 dólares y 5 mil dólares, pero de 2020 a 2023 sus donaciones casi llegaban a los 100 mil dólares. Y aplicó el mismo modus operandi que en la Ópera, pues con la institución de arte era famoso por asistir a sus galas (al menos fue a 14) y llevar a una gran comitiva consigo. Su generosidad ahí le valió que su nombre fuera tallado en uno de los muros del museo de la Frick Collection.
La cuestión es que Pietras no podía costear su filantropía y mucho menos su estilo de vida de jet privados, vuelos en helicóptero, cortes de cabello mensuales de 500 dólares, cirugías plásticas, lujosos viajes y abrigos de piel con su salario de asistente.
Pero Pietras no era asistente de cualquier persona, sino de Courtney Sale Ross, viuda del fundador de Time Warner, ahora conocida popularmente como la empresa de entretenimiento Warner Bros. Su otro empleador era Greg Soros, artista e hijo del multimillonario George Soros.
El nivel de confianza que le tenían tanto Ross como Soros le dio acceso a Pietras a información sensible como documentos, control sobre sus agendas y tarjetas bancarias. Lo que reportan medios como Air Mail y New York Magazine, es que Pietras robaba dinero a sus empleadores e incluso se hacía pasar por Soros y así hacer posible su estilo de vida y sus labores como filántropo.
Aunque no se ha hecho pública la causa de muerte, algunos dicen que se suicidó, otros reporten que tenía una enfermedad en el corazón, pero lo único que se sabe es que su fallecimiento ocurrió justo cuando su estilo de vida empezaba a ser sospechoso.