Miles de seguidores de Camilo Sesto se volcaron durante toda la jornada en la capilla ardiente instalada en la madrileña Sociedad General de Autores de España (SGAE) para brindar una calurosa despedida al cantante, que se distinguió por su prodigiosa voz, romántica y arropadora a un tiempo.

Decenas de personas esperaban desde primera hora de la mañana la apertura del velatorio para rendir un homenaje póstumo al artista. Los admiradores, sobre todo mujeres adultas, recibieron el féretro con aplausos y vivas, mientras algunos entonaban emocionados una de las canciones más populares de Camilo: “Has vuelto, Melina, alza tus manos hacia Dios”.

La capilla ardiente instalada en la sala Manuel de Falla del edificio de la SGAE, que además del féretro contenía un piano de cola y dos fotografías del cantante, permaneció nueve horas abierta al público que desfiló de manera incesante para dar el último adiós a su ídolo después de soportar largas colas. Por deseo de los familiares, estaba expresamente prohibido sacar fotos o tomar videos en la capilla ardiente del emblemático edificio madrileño que alberga la SGAE.

Españoles en su mayoría, pero también había muchos latinos, incluido el colombiano Carlos Alberto, que a las puertas de la SGAE exhibía con orgullo una gran foto en la que aparecía en 1992 al lado de Camilo Sesto, tras uno de sus conciertos en el país sudamericano. Otros fans acudieron con flores, las portadas de sus discos o cartas de despedida.