Una persona cercana a Sasha Montenegro fue la actriz Laura Zapata con quien construyó una amistad muy sólida durante bastantes años, quien lamenta su muerte, pero está segura que ya dejó de sufrir tras el cáncer que padecía y que le provocó el derrame cerebral.

“Ay, mi Sasha querida, caray, ya estaba muy cansada, muy agotada, fue bastante larga su agonía, su estar en un hospital, entonces ya voló nuestra guapísima Sasha Montenegro”, señaló en entrevista.

Aunque no estaba en comunicación con ella en los últimos días, fue a través de la hija de Montenegro, Nabila, por quien se enteró del fallecimiento de la actriz italomexicana. “Yo tengo un grupo de oración, que hoy rezamos el rosario 578 y tenemos a Sasha desde hace un mes en nuestro rosario, entonces ayer en nuestro rosario, somos 15 personas las que rezamos diario”, contó.

“Dijimos ‘por favor, virgen santísima, desata el nudo a Sasha, si se tiene que ir, que se vaya ya porque pobres de sus hijos’, porque estaban pasándola mal con su mamá enferma, en un hospital en Cuernavaca, jóvenes despidiendo a su mamá. Le dio un derrame cerebral porque tenía cáncer en los pulmones”, señaló.

La recuerda como una mujer divertida

Por el momento Zapata quiere respetar el duelo por el que está pasando su familia, quienes seguramente “están despidiéndola, cantándole, abrazándola o arreglando papeles” por lo que no se atreve a marcarles o a distraerlos en este dolor, por lo que prefiere esperar un poco a que ellos entiendan, se bajen las aguas y que decidan ellos qué pasará con su mamá.

“Me imagino que será en Cuernavaca porque trasladarlo a México, con el problema que tenemos en todas las carreteras será complicado. Yo la última vez que la vi fue en Cuernavaca, pero siempre nos frecuentábamos en las reuniones de amigos ahí nos encontrábamos, comiendo, platicando, paseando, nos conocimos de muchos años”, declaró.

“Fuera de cámaras era muy divertida, era gente documentada, que había estudiado, que se preparaba, que tenía una buena conversación. El legado que dejamos son nuestros hijos, su hija es una gran pintora, yo hablé con su hija en una ocasión para que me ilustrara uno de mis libros de poesía y se me hizo bastante interesante, una pintora inteligente”, relató.

Finalmente, pidió que Dios la reciba en su santa gloria, que vuele alto e indicó que esta muerte viene a recordar que “no importa lo bello que seas, lo que hayas tenido o haber sido esposa de un presidente, llega el momento en el que polvo eres y en polvo te convertirás, hay que agradecer la vida que tenemos”.

El amor y el escándalo

El fallecimiento de una de las vedettes más imponentes de la década de los 80, Sasha Montenegro, ha sido todo un acontecimiento. A pesar de que la famosa estaba retirada de las pantallas hace varios años, durante su carrera dejó una huella inolvidable no solo por su trabajo en cintas como Bellas de noche y Pedro Navaja, sino también por su imponente personalidad con la que logró cautivar a un presidente de México.

Fue durante un viaje que Sasha realizó a España donde se conoció con el exmandatario, en 1984. La actriz ya se había consolidado como una de las mujeres más guapas del espectáculo, e incluso era polémica por haber aparecido en un desnudo de 30 segundos, algo que era muy indebido para la época. Se encontraba de gira con la obra Nunca en domingo, cuando durante un descanso de la temporada decidió visitar sola Sevilla.

“Estaba en las calles de Sevilla y estaban estas procesiones que hacen, de pronto oigo que me dicen ‘¡Sasha!’, me dice ‘¿qué hace usted aquí?’ y le dije ‘no, ¿qué hace usted aquí señor?’”, recordó Montenegro durante una entrevista para el programa En compañía de…, en 2013.

Por aquel entonces López Portillo ya había dejado de ser presidente hacía dos años, pero seguía casado con quien fue la primera dama, Carmen Romano, juntos tuvieron tres hijos. “Yo no creo que eso haya sido amor a primera vista, lo que pasa es que el señor era impactante”, señaló la vedette. “No era un hombre que dijeras guapo, pero era un señorón con mucha presencia, con una gran personalidad, obviamente con una gran cultura; era un hombre encantador”.

En ese momento López Portillo tenía 62 años, mientras que Sasha 38. La diferencia de edad entre ambos era de 24 años, pero eso no impidió que comenzaran un romance. “Era un hombre maduro, fuerte, que hacía mucho ejercicio; un conquistador nato y de todo lo que yo conocía esto era algo diferente”, describió.

Tras aquel encuentro, la pareja se volvió a ver en Roma y Montenegro aseguró que disfrutaba de las pláticas que sostenían por el nivel cultural que el político tenía. Un año después Sasha se embarazó, según aceptó, “por accidente” de su primogénita Nabila. Ahí fue donde comenzó la polémica, pues él aún no se había divorciado cuando su romance con la famosa ya se había hecho público. “En México el ser presidente de la República era ser un rey, pero un rey por seis años porque después lo decapitaban. A mí me tocó cuando (López Portillo) ya estaba decapitado y me tocaron los ladridos y esta parte desagradable de la vida de un personaje así”, reconoció.

Tuvieron una separación provocada por la controversia, pero regresaron y poco después nació Alexander, en 1990. Y un año después, aunque iban en contracorriente y ante la desaprobación de la familia de él,

principalmente su hermana Margarita, en 1991 se casaron por la vía civil. “Fue una relación muy difícil porque siempre estuvo esta familia en contra, Margarita ha sido una mujer que siempre estuvo en contra de todas las mujeres que se acercaran a su hermano”, aceptó Sasha en el programa Vidas al límite: “Él no era un hombre malo, tenía una parte débil y estuvo rodeado de gente que no lo favoreció en lo más mínimo y gente que tampoco lo quiso, donde hay intereses los seres humanos quedan a un lado”, destacó en entrevista con Gustavo Adolfo Infante.

En 1995 lograron consumar su matrimonio con una ceremonia religiosa en la que estuvieron presentes sus dos hijos. Un momento que la actriz recordó como uno de los más emotivos de su vida, pero esa felicidad duró poco, pues el mismo año el también abogado sufrió un infarto cerebral que lo dejó muy debilitado y que propició los rumores de que Montenegro lo maltrataba. “No nos dejó nada, lo que sí nos dejó fue una cantidad de problemas y juicios terribles”, aseguró.