Despiden al pintor Jorge Cázares
Jorge Cázares. Cortesía

“Sus paisajes son una extensión y una mirada a su interior, a su alma”, expresó el hijo del pintor morelense Jorge Cázares Campos (1937-2020) durante el homenaje de cuerpo presente que le rindieron en el Jardín Borda, ubicado en el centro de Cuernavaca.

César Cázares Clement, uno de los tres hijos del pintor, fue el último orador en el homenaje que realizó en su honor el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Turismo y Cultura; al cual no asistió el gobernador, Cuauhtémoc Blanco Bravo.

“Quiero cerrar con Jorge Cázares, el pintor: sus paisajes son una extensión y una mirada a su interior, a su alma, cada pincelada refleja lo que, como persona y ser humano fue: pasión, garra, carácter, grandeza, maestría, majestuosidad, minuciosidad, lindura, sencillez, sutileza, suavidad, belleza, monomía, amor”, dijo César Cázares Clement.

El amor de su padre, aparte de los paisajes, la flora y la fauna de Morelos y el país, aseguró César, fue Minda, esposa del pintor y madre de sus tres hijos: Jorge, Ariadna y César. “Su Minda amadísima y adorada hasta los huesos, su Minda sin la cual no se podía entender del todo a mi papá, su Minda su compañera, su gran amor, su vida”, señaló César Cázares

“Hoy la esencia de mi papá está impregnada profundamente en varias partes, cosas y personas. Hoy me siento profundamente agradecido con la vida, con Dios, por haberme dado este padre maravilloso. Hoy me quedo con otro ser maravilloso, mi amada madre, hoy inicia la promesa a mi papá de cuidarla y protegerla y amarla. Infinitas gracias por el apoyo de todos ustedes. Gracias papá por todo hasta pronto”, agradeció el hijo del pintor.

César definió a su padre como un ser extraordinario de luz, como un luchador incansable de la cultura, “bondadoso ser que entregó su vida a su patria, a su patria chica, transformador social que deja un antes y un después en la cultura internacional y nacional y de Morelos, amigo de todos sin importar su inclinación política, o condición social”.

Cázares Campos, agregó su hijo, quedó huérfano de padre y trabajó desde muy pequeño ya que era “el hermano mayor, patriarca, brazo derecho de su madre que sacó adelante a sus hermanos, a sus hijos, con su ejemplo y amistad cambió para siempre la vida de muchas personas, dejando una huella profunda indeleble en sus almas”, recalcó.

La herencia que les deja a sus hijos, según César, es la amistad de todas las personas con las que convivió y su vasta obra gráfica.