Destacan labor de Margit Frenk

Margit Frenk ha sido adelantada y sembradora en todos sus trabajos. Contribuyó a descubrir y a explorar el ámbito de la tradición oral y la cultura popular, un espacio vivo y colmado de creatividad”, comentó la ensayista Liliana Weinberg. “Hoy contamos con los impresionantes volúmenes de su lírica, con esas coplas de amor capaces de contener un universo de belleza y de sentido”, agregó en el homenaje virtual que la Academia Mexicana de la Lengua rindió a la hispanista y traductora alemana-mexicana, quien ayer cumplió cien años.

Gracias a ella hemos recuperado zonas de la memoria y la historia colectiva por mucho tiempo desatendidas. Celebramos también la agudeza de investigaciones tan finas, como las que dedicó al paso de la lectura en voz alta a la silenciosa”, añadió Weinberg.

El escritor Gonzalo Celorio, presidente de la AML, a la que Margit ingresó en 1993, y sus colegas Margo Glantz, Angelina Muñiz-Huberman y Sara Poot detallaron las facetas de la personalidad de la investigadora, sus trabajos y de su magisterio en El Colegio de México y la UNAM.

Presentó un gracioso discurso de ingreso a la Academia que versó sobre las aves en la tradición lírica mexicana. La conocí en 1969, en El Colegio de México. “La veo todavía rodeada de sus colaboradoras, volcadas reverencialmente sobre unos ficheros sagrados dispuestos en el centro de la mesa de juntas, en los que se iban atesorando las miles de estrofas de las canciones recogidas en todas las regiones del país a lo largo de los años”, indicó el editor. “No me imagino la complejidad para clasificar esos materiales cuando todavía no se contaba con computadoras. El cancionero fue una obra hecha a mano”, añadió. “A la par, Margit siguió trabajando en un proyecto más amplio y de mayor alcance, el ‘Corpus de la antigua lírica popular hispánica (siglos XV-XVII)’, que publicó en 1987”, evocó.

Glantz, Muñiz-Huberman y Poot destacaron su “vida dedicada a la investigación”.