Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirman la originalidad de cerca de 45 pinturas rupestres en el Cañón de las Manitas, ubicado en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, en Puebla.
De acuerdo con la primera indagación formal, los registros tendrían una antigüedad de más de 10 mil años, y dan cuenta de ritos de paso y ceremonias de iniciación entre nómadas. Además, consideran que estas revelarán algunas claves de las migraciones que han ocurrido durante varios siglos y que se convirtieron en el germen para el desarrollo civilizatorio.
Se hizo una inspección física al lugar y, de manera macroscópica, se tuvo contacto con este tipo de expresiones aplicadas sobre la matriz rocosa, comentó Francisco Mendiola Galván, coordinador nacional de Arqueología del INAH.
A partir de dicha exploración, realizada hace unas semanas, “inmediatamente se hizo evidente que la pátina corresponde a un grafismo que tiene una antigüedad considerable, sobre todo en el caso de los dos primeros abrigos rocosos, llamados Tinaja 1 y Tinaja 2, que contienen improntas de manos al negativo, sobre todo, aunque también existen al positivo”, detalla Mendiola Galván.
Así que, con esta primera indagación, asegura, “se confirma el uso de estos abrigos rocosos por parte de grupos nómadas que ocuparon de manera estacional”, que exponen dos etapas pictóricas.
Los dos primeros abrigos rocosos, Tinaja 1 y Tinaja 2, nos muestran estas manos al negativo. Mientras que Tinaja 3 y Tinaja 4 tienen connotaciones pictóricas distintas, ya que son delineados y registran tintas planas en color rojo.
“Entonces, ante la dictaminación elaborada, nosotros planteamos la necesidad de que cualquier intencionalidad en términos de explotación turística, educativa, cultural del espacio tiene que pasar por el INAH”, expone.
Sin embargo, reconoce que la solicitud deberá ser realizada por el ayuntamiento de Tehuacán para que se elabore un proyecto de investigación y de conservación que considere un presupuesto que sea aceptado por el ayuntamiento.
A partir de ese momento, añade, se deberá integrar un equipo integral con especialistas en arte rupestre, conservadores, restauradores y antropólogos sociales, ya que el fenómeno tiene que estar integralmente proyectado para que no nada más se piense en el turismo.
Mendiola Galván también habla de la datación de estas pinturas y explica que, de momento, se ha hecho una datación relativa asociada a los materiales arqueológicos en superficie, a partir de cerámica y lítica.
Sin embargo, para determinar el fechamiento absoluto se requerirá de excavaciones, correspondencias con la estratigrafía, la asociación a materiales arqueológicos con sedimentos, estratos bien identificados y el fechamiento a través de métodos fisicoquímicos, como el carbono 14, que podría realizarse más adelante como otro proyecto de investigación.