La fundación Michou y Mau es una de las organizaciones que apoyan la gran labor de salvar a niños y jóvenes de las quemaduras provocadas por accidentes del día a día, brindando atención médica y tratamientos especializados a todos aquellos que han sido afectados por quemaduras severas. Trabajando con todo el entusiasmo, la fundación ha salvado miles de vidas buscando apoyos en diferentes partes del país. La delegada Gabriela Escudero Aramoni comparte que son experiencias tan gratificantes que te impulsan a ser un mejor ser humano, pues llevar a cabo este trabajo es un reto.
Qué es MYM?
Es una Institución de Asistencia Privada dedicada a salvar la vida de niños que han sufrido quemaduras, mediante el traslado a unidades especializadas en México y el extranjero. La atención es completamente gratuita y los niños reciben la atención en el Shriners Hospitals for Children.
Por qué decidió iniciar la fundación?
Tras el accidente en el que mi hija Michelle perdió la vida a causa de un incendio en su casa al intentar salvar la vida de dos de sus hijos, Camila y Mauricio, estuvieron varias semanas recibiendo atención en un hospital privada en la Ciudad de México. Hace 24 años no había atención especializada en México, decidimos trasladarlos a Estados Unidos, pero Mauricio llegó tarde y falleció días después a causa de una infección. Camila es el ejemplo de que una atención oportuna y especializada puede salvar vidas. Al regresar a México inicié la fundación con la intención de que ningún niño mexicano pase por lo que Mau tuvo que pasar y fallezca a causa de la falta de atención.
¿Cuáles han sido los momentos más satisfactorios al frente de la fundación?
En cada caso que la fundación recibe yo veo a mi nieto Mauricio. Más de 2 mil vidas han sido salvadas y muchos más atendidos en el área de atención a secuelas.
¿Qué mensaje le quiere compartir a la sociedad?
Tenemos 24 años trabajando en salvar la vida de los niños que se queman, pero ya no queremos más niños quemados y necesitamos de todos, de el gobierno, de las empresas, escuelas y de cada persona que nos lee para que nos ayuden a llevar el mensaje de prevención. No podemos solos, necesitamos trabajar juntos.
Cuáles fueron los retos al iniciar esta causa y cuáles son los retos actuales?
Al inicio fue muy complicado, no sabía hacia dónde dirigirme y pedir ayuda, no teníamos recursos, gracias a un grupo de amigos que me ayudó empezamos a tocar puertas y poco a poco hemos ido fortaleciendo nuestra causa. Ya no solo atendemos emergencias, también desarrollamos unidades médicas especializadas, capacitamos personal médico, de enfermería y primeros respondientes para atender casos y tenemos el área de prevención y atención a secuelas. Los principales retos actuales son llegar a los jóvenes; tenemos una Campaña Nacional de Prevención, única en su tipo, titulada No T Quemes. Queremos que nuestros niños dejen de quemarse y para eso necesitamos la ayuda de todos.
¿Cuáles han sido los retos de estar frente a la fundación en Chiapas?
La barrera cultural, los usos y costumbres, el lenguaje. Somos un estado diverso y eso también lo vuelve complejo. Este año cumpliré cuatro años al frente y he visto la apertura de las escuelas, empresas privadas y, por su puesto, la voluntad de el gobierno para caminar juntos.
¿Por qué se integró a la fundación?
Hace más de 9 años conocí a Virginia y empecé a trabajar de forma indirecta con la fundación. Escuchar su historia y ver la pasión con la que hace las cosas y no se cansa de tocar puertas y salvar vidas hizo que de inmediato me enamorara de esta causa. Me invitó a ser delegada de MYM en mi estado el día que nos conocimos, y le dije que lo haría tan pronto terminara con el proyecto que tenía entonces. Así, trabajamos 6 años de manera coordinada, aunque no siendo yo parte de la fundación directamente, y desde el 2018 soy afortunada de ser oficialmente parte de Michou y Mau.
¿Cuáles han sido los momentos más satisfactorios al frente de la fundación en Chiapas?
Sin duda el más grande es lograr un traslado. Algo que parece tan sencillo está lleno de retos, desde el tema económico
hasta todos los trámites de papelería, llamadas, médicos, enfermeras y técnicos trabajando de manera coordinada desde Chiapas con nuestro personal médico y el equipo de Shriners en Estados Unidos. Son muchas personas y trabajo que no se ve pero que hace que esa vida sea salvada. Cuando el menor es entregado en la Unidad Especializada, comienza apenas la nueva oportunidad de vida que tiene, pero es entonces cuando te llena de satisfacción saber que eres parte de este equipo. Lograr ser el único estado con población indígena y una campaña de prevención traducida a cinco lenguas ha sido el mayor logro. Hoy, gracias al apoyo del gobierno del estado, empresas, Cruz Roja y la sociedad civil organizada, miles de niños en Chiapas ya están aprendiendo a no quemarse.