La maestra Guadalupe Cardoso, la dramaturga Laura Jiménez Abud y el escritor Édgar Núñez Jiménez participaron en una mesa de diálogo sobre el libro Pasos y silencios. Testimonios orales de migrantes en Chiapas, como parte de las celebraciones por el Día del Gestor y la Gestora Cultural. Cardoso, directora de la asociación civil Transversa, destacó que el 22 de octubre es una fecha muy importante para ellos, pese a que en México aún no se adopta esta conmemoración.
Para entrar en materia, planteó la primera pregunta para Laura Jiménez y Édgar Núñez: ¿cómo, desde su propia literatura, pueden contribuir a una transformación de la sociedad? Núñez refirió: “Tanto la palabra oral como la escrita hacen visible a cualquier tipo de grupo, ya sea vulnerable o no. Por lo que, en este caso, la literatura es una ventana para conocer a estos sectores y hacerlos visibles, siendo ahí donde la literatura cobra sentido al permitir adentrarnos a la realidad de esos grupos”.
Por su parte, Laura Jiménez Abud siempre ha pensado que la literatura y las construcciones culturales “son mundos posibles que podemos habitar”. Es decir, “quien hace uso de la palabra es el que va a tener en su hoja de papel inmediata el centro de enunciación y una posibilidad de decir ‘aquí estoy’, ‘ya llegue’, ‘importo’ y ‘escuchen lo que tengo que decir’; no con el afán de romantizar lo que se va contar, porque el arte no debe estar sujeto a juicios morales”.
Añadió que la literatura como producto cultural permite conocer esos mundos y escuchar historias diferentes que como medios de comunicación, desde la antropología y desde las ciencias sociales, permiten acceder a otras realidades. Al respecto, Núñez Jiménez abundó que le causa cierto recelo abordar temas sociales, pues “las personas que se acercan a crear desde esas problemáticas están en una línea muy delgada en la que tienen que mantener el equilibrio y evitar caer en la romantización del tema o caer en un discurso panfletario”.
En otra de sus intervenciones, Laura comentó que Pasos y silencios. Testimonios orales de migrantes en Chiapas es una obra que rompe el silencio y, por eso, “encontrarme con sus páginas, más allá del acto de amor que conozco en el quehacer de Édgar, fue un cara a cara con la realidad que suponemos, que estudiamos y que pocas veces podemos presenciar en la intimidad de su declaración en primera voz. El autor da lugar al centro de enunciación del migrante para contar su historia y nos permite conocer a esos hombres y mujeres que transitan por la frontera sur”.