Diana Bovio vivía en Monterrey cuando supo del caso de Paulette, la niña de cuatro años que desapareció por casi una semana y cuyo cadáver fue encontrado en su misma cama. Las autoridades aseguraron que había sido un accidente.
“La conclusión de lo sucedido era absurda y ridícula. Recuerdo que todo mundo estaba descontento con la resolución”, recuerda la actriz de Mirreyes vs Godínez.
Ahora la regiomontana forma parte de Historia de un crimen: la búsqueda, serie que recrea los acontecimientos, interpretando a Amanda, la mejor amiga de la mamá de la niña. En la vida real, Amanda de la Rosa, su nombre completo, apoyó a la mamá, dio entrevistas, utilizó las redes para difundir el caso y escribió un libro alusivo que terminó con la amistad de ambas.
“La veo como un personaje que al principio estaba genuinamente preocupada por su mejor amiga, quería ayudarla y hacer todo lo que estuviera en su poder para encontrar a la niña, pero en el momento que se vio en medio de este huracán mediático y el interés nacional por el caso, se dejó llevar por sus deseos de fama y lo veo muy humano, un error que a cualquiera le hubiera podido pasar”, señaló.
Historia de un crimen: la búsqueda, que estrenó en Netflix el pasado fin de semana, recrea desde la mañana en que una trabajadora del hogar va a despertar a Paulette y no la encuentra. Después se recurre a la ayuda de la procuraduría del Estado de México con el procurador Baz Baz (Darío Yazbek) y el investigador Castillo (Adrián Ladrón); se realiza la cobertura mediática (Regina Blandón) y aparecen las contradicciones del caso, así como las consecuencias para los involucrados.
En redes sociales, las críticas son sobre el tono de comedia que se le dio al caso. Bovio recuerda que cuando leyó el guión, precisamente la forma en que estaba contado, lo hacía distinto a como lo hacen tradicionalmente en México.
“Realmente la serie nunca se anunció como un documental, sabemos que hay ficción, incluso al principio se dice que está basada en hechos reales y se me hace muy raro que la gente esté esperando que resuelva el caso cuando ese no es el trabajo de la serie”, indica.
“Sabemos la responsabilidad que conlleva hablar de este tema, de este caso, estamos conscientes de eso y lo hicimos con todo el profesionalismo, que de pronto la realidad es tan increíble que se vuelve ironía, sí, para mí fue una buena manera de contarlo”, considera.
Para interpretar a Amanda, la actriz vio sus entrevistas y leyó el libro que escribió después del caso. “No creo que Amanda me llegue a buscar. No me clavé en investigarla cómo es ahora sino más en la información que había de ella”, opina.
La dirección de la miniserie de Netflix recae en Santiago Limón, Catalina Aguilar Mastretta y Katina Medina Mora.