Digitalizan códices mexicanos en Europa
Genealogía de la Familia Cano-Moctezuma, códice del México antiguo digitalizado dentro del proyecto Amoxcalli. Cortesía

Alrededor de 60 por ciento del contenido de los códices del México antiguo que están en bibliotecas europeas está disponible de manera gratuita y abierta para su consulta en internet, como parte de un proyecto que hace tres lustros comenzaron especialistas del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), que para 2018 sumará 11 documentos que se encuentran en la Biblioteca Nacional de Austria, en Viena.

Se trata, en su mayoría, de manuscritos en papel amate, lienzos de algodón o piel de venado que datan del siglo XVI, muy delicados, los cuales no pueden exponerse a la luz o al aire, y que no cualquier persona puede revisar en las instituciones donde se resguardan, por lo que la iniciativa que coordina Luz María Mohar Betancourt ha sido de gran ayuda para estudiosos de los pueblos mesoamericanos y para los admiradores de las culturas prehispánicas.

Sobre todo, ese material está destinado a que las nuevas generaciones se acerquen a conocer los testimonios que plasmaron en esos documentos los tlacuilos (escritores-pintores) de la época, indica la investigadora en entrevista con La Jornada.

Por ejemplo, ahí están los 80 manuscritos mexicanos que resguarda la Biblioteca Nacional de Francia (BNF), el más vasto acervo digitalizado en el proyecto llamado Amoxcalli (casa de los libros, en náhuatl).

Cuenta con más de 45 mil imágenes, acompañadas por información como análisis de glifos y detalles del contexto de cada documento. Otra de las ventajas es que con las herramientas digitales se pueden hacer acercamientos a los textos, dibujos y glifos para observarlos con detenimiento.

Entre ellos está el bellísimo Códice París (de origen maya), “un delicado y frágil fragmento, el único documento mexicano elaborado antes de la llegada de los españoles, un manuscrito sagrado cuyo contenido, desde la moderna perspectiva sobre los códices, corresponde al tipo de libros adivinatorios prehispánicos, y cuya consulta en la antigua sociedad maya estuvo restringida a la alta jerarquía religiosa”, explica la investigadora Laura Elena Sotelo Santos en la presentación de ese material.