Los compositores mexicanos, especialmente los dedicados a escribir ópera, han sido poco valorados en el país, lo que ha provocado que estrenen primero en el extranjero y, a veces, nunca lo harán en México; además, han contado con reducidos espacios para expresarse y deben enfrentarse a la arraigada creencia de que el público solo busca repertorio del siglo XIX y no está abierto a lo contemporáneo.
Estas y otras realidades se analizarán y discutirán en el tercer módulo del diplomado “La ópera mexicana: creación y tradición, dedicado a La ópera institucional y el siglo XXI” y que reunirá como docentes a compositoras y compositores de México, directores orquestales, musicólogos expertos, como Gabriela Ortiz, Víctor Rasgado, Alfonso Molina, Eduardo Diazmuñoz; y a herederos y expertos en compositores, como José F. Vázquez, además de la soprano mexicana María Katzarava.
La investigadora Enid Negrete, quien en colaboración con la Escuela Superior de Música Fausto Aguirre del Instituto García de Cisneros de Cholula creó el diplomado, plantea que uno de los objetivos es revalorar a los músicos. “Hay casos como el de José F. Vásquez, quien es poco conocido pese a que fue el creador de la Filarmónica de la UNAM, de lo que hoy conocemos como Facultad de Música y de Radio UNAM. En ese entonces se pensaba que, independientemente de tus estudios, debías tener una formación cultural, por eso tenemos el Centro Cultural Universitario y la idea también era que se escuchara la música mexicana”, indicó Negrete.
“Su obra es gigantesca y nos hemos perdido ese bagaje con el que debimos haber crecido. Esto tiene que cambiar, debemos entender nuestra tradición musical y nuestra tradición operística”, destacó la experta, radicada en Barcelona.