Dove Cameron fue la primera estrella premiada en la edición 50 de los American Music Awards en el Microsoft Theatre de Los Ángeles, en la categoría de nuevo artista del año.
“Gracias, esto significa mucho para mí, quiero empezar diciendo que cada premio que gane alguna vez estará dedicado a la comunidad “queer”, ustedes han hecho un espacio para mí, para que yo pueda ser yo misma, para que pueda hacer música, nunca me sentí más amada, más segura que con ustedes y quiero darles un poco de eso con mi música”, expresó.
Durante este discurso, la artista recordó a todos los presentes lo importante que es la visibilidad queer y lo importante que esta comunidad es, con la finalidad de que las organizaciones en el ramo tengan atención. “Espero que estén bien, que sean amados, quiero agradecerles por apoyarme por darme espacio yo también se los daré a ustedes”, señaló al recoger la estatuilla.
Previo a esta entrega, la gala arrancó con la presentación musical de la cantante Pink, quien entró en patines al escenario, junto con algunos bailarines para cantar el tema “Never gonna not dance again”. El anfitrión de la noche fue Wayne Brady quien al llegar por primera vez al entarimado resaltó que este es un show de música para los fans, los artistas “están aquí porque ustedes los aman”.
Recordó que desde el 2005 los ganadores de esta premiación se determinan gracias a una encuesta realizada entre el público y los fanáticos, quienes pueden votar desde el sitio de internet de la premiación.