Fabián Cháirez, artista plástico originario de Chiapas, es de nuevo el protagonista de una vorágine mediática por la exposición “La Venida del Señor” en la Antigua Academia de San Carlos, ubicada en el Centro de la Ciudad de México.
Cháirez es, de acuerdo con asistentes y sus seguidores, sinónimo de polémica, disidencia y libertad. No obstante, en contraparte a los elogios, las piezas de este autor también han sido tildadas por sus detractores como blasfemas, cristianofóbicas y provocativas.
En el año 2019, el pintor fue sujeto de críticas y amenazas por la exhibición de su cuadro La Revolución, un óleo sobre lienzo de 30 x 20 centímetros que mostraba a Emiliano Zapata, héroe de la Revolución mexicana, desnudo, en zapatillas y con aspecto “femenino” como parte de una exposición realizada en el Palacio de Bellas Artes titulada Emiliano. Zapata después de Zapata.
Desde entonces, el nombre de Fabián Cháirez, director creativo y travesti de medio tiempo, se ha consolidado como un referente de la pintura en México y un símbolo artístico de trascendencia para la comunidad LGBTTTIQ+. “Al público que visite ‘La Venida del Señor’, recomendamos evitar confrontaciones”, instó el artista en sus redes sociales, consciente del nivel transgresor de su trabajo.
El personal de seguridad de la Antigua Academia de San Carlos es claro: nadie puede acceder al recinto con mochilas, bolsas u objetos. El motivo es que, desde su inauguración, el pasado miércoles 5 de febrero, la reacción de algunas personas se ha tornado agresiva y amenazante contra la exposición que incluye desde lenguas clericales lamiendo cera caliente de un cirio derretido en La Venida hasta una pareja lésbica de monjas en Éxtasis.
Esta restricción surge —por supuesto— con el propósito de resguardar el buen estado de las obras, menciona la vigilante del recinto, quien además enfatiza en la prohibición del flash al momento de tomar fotografías.
Han transcurrido más de 10 días desde la inauguración y el escándalo mediático se ha mermado. Afuera del recinto ya no hay protestantes ni fanáticos religiosos exigiendo su clausura. En este momento, “La Venida del Señor” es admirada por académicas, parejas, jóvenes, adultos y curiosos que transitan por las calles del Centro Histórico.