El arte que no habías visto de Joy Laville

En el marco de los 100 años del nacimiento de la artista Joy Laville (Reino Unido, 1923-México, 2018), el Museo de Arte Moderno (MAM) mostrará las obras que más quiso Laville y no han sido expuestas al público. La muestra, que se inaugurará el 3 de agosto, llevará como título “Joy Laville, el silencio y la eternidad” y exhibirá 89 piezas que abarcan desde 1965 a 2016.

Las piezas inéditas datan principalmente de su último periodo de vida. No se habían expuesto al público porque le gustaban tanto a la artista que se rehusó a venderlas y no habían salido de su casa en Jiutepec (Morelos).

Con la aprobación de su familia, por el centenario de la creadora, la Galería de Arte Mexicano (GAM) trajo estas obras a la ciudad y realizó las labores de conservación necesarias, indica Lucía Peñalosa, cocuradora de la exhibición.

“Fue necesario que esta obra se catalogara y habilitara para su buena conservación”, dice Patricia Torres, encargada de la GAM, misma galería que ha representado a Laville desde 1967.

La galerista explica que se pudo rescatar casi todo de la casa de Joy, a excepción de unos dibujos hechos en papel, que se vieron afectados por la humedad de Jiutepec. En esta exposición también se podrá ver su faceta como ilustradora con la serie de bocetos que hizo para las portadas de los libros de su esposo, el escritor Jorge Ibargüengoitia, quien falleció en 1983 en un accidente aéreo del vuelo 11 de Avianca.

“Este será uno de los principales descubrimientos para el público. Las portadas fueron descontinuadas por la editorial Planeta. Hay una relación muy importante en este trabajo, la propia Joy decía que era un gesto de amor para Jorge Ibargüengoitia”, afirma Carlos Segoviano, curador.

Asimismo, señala que esta ocasión da pie a repensar dichas portadas, porque en algún momento se pensó que su pintura “bonita” poco tenía que ver con la literatura ácida, policiaca y política de Ibargüengoitia: “En los bocetos hay una reflexión de Laville de cómo vincularse con la literatura del escritor Jorge Ibargüengoitia”.

Segoviano aclara que esta exposición no es una retrospectiva, sino una muestra que busca ver más allá de concentrarse en sus característicos colores. “Su obra es más profunda por tener elementos como lugares que llevan al silencio, la meditación y a una fantasía muy sutil”, dice el curador.

Además, sus creaciones dejan ver más de su vida, tristezas y ansiedades; aunque parezca que es reiterativa o seriada, hay detalles que las distinguen, pero conforman una construcción que va “hacia lo eterno”, elemento que también forma parte del título de la muestra, agregan.