Gianni Versace, fue un diseñador de moda italiano, quien fundó la casa Versace. Fue conocido como el diseñador que trajo una nueva visión de la sensualidad a la escena de la moda de la época, precisamente del siglo pasado, muy famoso en ese entonces gracias a sus diseños influenciados por la mitología griega, típica del lugar donde nació. En la serie tratan de abarcar cada aspecto relevante en los días anteriores a su asesinato.
Tenemos una serie muy bien estructurada y con una cronología que personalmente admiré muchísimo, ya que cada episodio está ambientado justo antes del último, con esto quiero decir que a medida que avanza la serie, vemos una secuencia que va de adelante hacia atrás, algo fantástico porque le da un esencia muy optima en su narración, por tal motivo se parte desde su primer episodio el día donde es asesinado. Quizás a muchos les pueda parecer algo confuso al principio, pero comprensible muy rápido.
Se hace fascinante como fue desarrollada la serie, teniendo en ambos extremos la historia de narración de Versace y por otro extremo la de Cunanan, teniendo así la combinación de escenas donde ambos coinciden, sin embargo, este es un hecho que aún no se confirmó del todo en aquel entonces, pero la serie trata de mostrar ambas partes saltando de una historia a otra, algo que al espectador en particular le ayuda más a comprender el contexto en como se basó todo en ese momento.
De alguna manera, se hace muchas veces la mención o reforzamiento en la conducta psicológica que poseía Cunanan, antes de convertirse en el asesino, ya que insistía en que quería que lo percibieran como alguien especial. La interpretación de este actor fue fenomenal, le dio un buen toque a su personaje y siempre destacaba en cada episodio sin importar lo poco que hiciese, recordándose como el mediocre estafador y asesino serial, añadiendo su narcisismo y sociopatía.
Otro punto que hizo mucho enfoque la serie y el cual me agradó, fue la manera en que hicieron los aspectos básicos de la vida de Cunanan quién en repetidas ocasiones presenta los efectos psicológicos de la homofobia internalizada y las miserables confrontaciones personales que conlleva seguir en el clóset. Llegando al desarrollo de su vida donde se convierte en el asesino de Versace y a cuatro hombres más en 1997, antes de suicidarse de un disparo, tal como se relata en la historia.
Teniendo todo esto en cuenta, hay que a tocar otros puntos anexos, por ejemplo, la vestimenta que se tenía para la época era muy acorde, más que todo por los magníficos diseños creados por Versace, estando aún en Miami, se puede notar el lujo de su casa y lo tranquilo que era todo en ese entonces, sin excluir sus problemas personales. El guión en particular fue un poco escaso para las escenas de Versace, lo cual hacía pensar que la serie se trataría más de una biografía de Cunanan que de los logros que pudo tener el famoso en su momento.
Las actuaciones de todos los personajes son, sin duda, muy buenas. La interpretación central de Darren Criss es un ejemplo del gran reparto que reunió Ryan Murphy. Édgar Ramírez es un buen Gianni Versace y Penélope Cruz logra trascender la caricatura de Donatella y mostrar el dolor y la rabia de la heredera del imperio Versace, y la que se empeña en mantener vivo el legado de su hermano y no dejar que se vea arrastrado por el barro del morbo y el escándalo que buscan los paparazzi.