"Verónica Huesca * CP. En la fecha movible del Corpus Cristi se logró mantener hasta nuestros días una danza prehispánica que se ejecutaba en la tierra de los chiapa, la cual forma parte de la danza ceremonial del gran senor Quetzalcoatl (serpiente emplumada), hoy conocida como el Calalá, y a partir del miércoles 7 de junio al 9 del mismo mes se llevó a cabo su correspondiente ejecución en Chiapa de Corzo.
La danza de Quetzalcoalt se logró conservar en su totalidad en el municipio de Suchiapa; sin embargo, debido a la evangelización, los chiapa no pudieron preservarla.
Pese a ello, el cronista del municipio chiapacorceno, Heber Matus, logra rescatar la danza del Calalá a través de Emilio Hernández, un lugareno de edad avanzada que conocía a la perfección el baile luego de haber pasado generación en generación, logrando que desde hace diez anos se ejecute nuevamente.
La música del Calalá, interpretada por dos tambores y la flauta de carrizo, es la danza del venado y el jaguar.
La tradición del Calalá es muy antigua, pertenece a las tradiciones de Chiapa que son anteriores a la llegada de los invasores espanoles.
Calalá significa ""danza del venado"", y éste es acompanado por tres tigres o jaguares que bailaban en el cerrito de Niliyumbú, que significa ""loma del jaguar"", que se encuentra en la salida de Chiapa de Corzo.
Traje tradicional
Dentro de la danza, el venado representa la tierra y debe portar un arreo de cuero crudo de venado en forma de cono, una máscara negra, un chicote de cuero y un morral de nanchi y mujú, con dulces que reparte entre el público.
Por su parte, el jaguar representa la noche, teniendo el felino la misión de escoger a varios ninos para llevarlos ante la presencia del Calalá.
Según cuenta el cronista Heber Matus, el baile consta de tres pasos esenciales, uno medio zapateadito, otro que es un brinquito, en el momento en el que el tigre toma un nino y lo llevan donde está el Calalá y, si hay un altar, lo pone frente a él; entonces, el Calalá comienza a darle chicotazos muy suaves.
Estos golpes, que son de manera simbólica, significan la liberación de la energía negativa, para que el nino esté sano y tenga una buena vida.
Posteriormente, el Calalá emite un cántico llamado Nambujú, en lengua chiapaneca, el cual no ha sido rescatado en su totalidad.
La danza también representan los movimientos cósmicos, por lo que su ejecución está relacionada con el solsticio de verano.
El miércoles se llevó a cabo la tradicional enrama en Chiapa de Corzo, ritual que forma parte del Calalá. Por la noche, los lugarenos hacen la velación en la loma de Niliyumbú, donde hay una ermita. Ahí se danza un rato, y ya el jueves por la manana, luego de un desayuno tradicional comienza la ejecución de la danza, que culmina hasta la tarde.
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El Calalá: la danza del venado
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