Con la llegada de las primeras lluvias monzónicas a la India y el sudeste asiático, una especie de sapo experimenta un cambio de color casi literal. Un proceso hormonal temporal transforma a los sapos comunes asiáticos machos Duttaphrynus melanostictus, de un color marrón chocolate a un amarillo limón en cuestión de minutos.
Mientras que la piel de las hembras permanece marrón, los machos experimentan un cambio radical de color para prepararse para una frenética ronda de apareamiento. Los científicos saben desde hace tiempo que este cambio de color coincide con un intenso evento de reproducción anual de dos días, pero recientemente confirmaron su función específica.
Para investigar este fenómeno, investigadores del zoológico de Schönbrunn en Viena imprimieron en 3D sapos, algunos marrones, otros amarillos, y los colocaron entre sapos reales que se reunían para aparearse. Descubrieron que los sapos machos ignoraban en gran medida los modelos amarillos, pero intentaban aparearse con frecuencia con los marrones, cuyo color coincidía con el que esperaban de las hembras.
Los investigadores probaron variando otros factores, como el peso, el tamaño y la saturación del color de los sapos de muestra, pero nada más pareció afectar a qué modelos atraían más a los sapos machos. Los científicos afirman que esto sugiere firmemente que los sapos se codifican por colores de forma natural para evitar confusiones de identidad. Mientras que los machos de otras especies suelen exhibir colores brillantes para atraer a las hembras, estos sapos parecen volverse de un amarillo intenso, similar al de un semáforo, para enviar una señal que repele a otros machos. En su fervor, Stückler asegura que los machos pueden intentar aparearse con otros machos, con especies de sapos equivocadas, con peces o incluso con objetos inanimados. “Esto sugiere que identificar a la pareja adecuada puede resultar difícil en estas condiciones de alta densidad poblacional y estrés”, explicó Stückler y agregó: “La coloración parece ser una solución evolutiva a este problema”.
Este tipo de investigación podría cambiar la forma en que los científicos piensan sobre la evolución del color en el árbol de la vida animal, indica Rayna Bell, curadora de herpetología de la Academia de Ciencias de California, quien no participó en el estudio.
A diferencia de otros animales como los pulpos y los camaleones, que pueden cambiar de color en segundos, los sapos macho tardan unos 10 minutos en volverse amarillos. Esto se debe a que el proceso está controlado por hormonas, en lugar de por células de la piel, que están controladas directamente por los nervios. El tono amarillo dura hasta dos días antes de volver a ser marrón.
El cambio de color puede parecer un raro ejemplo de cooperación en la naturaleza. Pero los sapos siguen estando en plena competencia.












