El Carnaval permite la convivencia del ser

La investigadora y doctora Gillian Elisabeth Newell, quien trabaja como catedrática del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), comisionada a la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, ha centrado su investigación en cuatro pueblos zoques del estado de Chiapas donde festejan la tradición conocida como Carnaval.

Desde hace 5 años la maestra finca sus esfuerzos en conocer más sobre esta tradición que persiste en municipios como Ocozocoautla, Tuxtla, Copainalá y San Fernando. De hecho, la investigación la ha llevado a exponer dos series fotográficas en los últimos años, sobre este festejo.

Añade que cada pueblo tiene su particular forma de celebrar el carnaval y la investigación que ella realiza tiene como objetivo mostrar la diversidad que existe dentro de una misma tradición que se lleva a cabo en un mismo estado y en una misma región.

Indica que el registro que realiza, junto con sus alumnos de la licenciatura en Arqueología y Lenguas con Enfoque Turístico, mantiene una organización que trata de explicar los bailes, la gastronomía, la música y otros elementos que permiten que el espectador comprenda de mejor manera el significado de la actividad.

En ese sentido, subraya, es muy fácil decir que el Carnaval es una simple fiesta; sin embargo, no es así, porque la celebración va más allá de una fecha en el calendario. “Con las imágenes que hay en el libro virtual queremos explicar por qué no es una simple festividad”, asevera.

Recientemente la catedrática presentó el libro digital ¡Viva la tradición!, que consta de 50 imágenes que detallan la celebración del carnaval que organiza la comunidad zoque de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Durante una entrevista se le preguntó qué la llevó a querer documentar la citada celebración, a lo que respondió: “Una de las razones por las que empiezo a investigar es por la manera en que la gente costumbrista sigue manteniendo la actividad y continúa con pie firme realizándola año con año. Más allá de que sea una fiesta donde se permite el consumo de alcohol, hay algo más dentro de ella. Hay un apego de mucho tiempo atrás, hay una entrega y una lealtad al ser comunitario”.

Agrega que esta actividad hace que las personas puedan convivir más allá de sus diferencias, porque ha visto que personas que están peleadas se reúnen con la finalidad de continuar con la tradición, y dice que esos son códigos que debemos mantener por siempre. Otra parte buena que tiene el Carnaval es la convivencia con la naturaleza, que está presente en los altares o en la gastronomía.