El coco

"Ma. Antonieta Valera de la Torre * CP. No sé usted, pero yo de pequena tuve como ""asusta ninas"" nada menos que al ""Coco"". Cualquier leve atentado de mi parte contra la tranquilidad de los mayores era reprimido con un tajante: ""?Te va a llevar el Coco!"". Nunca me dijeron a donde me llevaría, y mucho menos me dijeron cuál era el aspecto de tan siniestro personaje. Pero, ni falta que hacía, mi imaginación se encargaba de darle un rostro, cada vez diferente, pero siempre tenebroso. Ahora que pensé que ya no me asustaba el ""Coco"", he ido en busca de su pasado.



Historia de este

temido personaje

El ""Cuco"", o ""Coco"", como lo llaman en Espana -de donde es originario-, lleva anos de aliado de los mayores para ""educar"" a los ninos y ninas. Ya se le menciona en un texto espanol de 1445; en ""Cancionero"" de Antón de Montoro, en una parte dice: ""...tanto me dieron de poco que de puro miedo temo, como los ninos de cuna que les dicen ?cata el Coco!..."", en donde ""?cata el coco!"" equivale a ""?mira al coco!"".

En 1611, Sebastián de Covarrubias, en ""Tesoro de la lengua Castellana"", dice: ""Coco: En lenguaje de los ninos, vale figura que causa espanto y ninguna tanto como las que están a lo oscuro o muestran color negro, de Cus, nombre propio de Can, que reinó en Etiopía, tierra de negros"". No obstante, algunos etimólogos piensan que pudo derivarse del griego ""kakos"", que significa malo y deforme. En antiguo espanol, ""cocar"" o ""hacer cocos"" era hacer gestos feos para espantar, como de seguro lo haría el ""Coco"".



Regresa el Coco

Hoy día, que he cumplido dos veces la mayoría de edad, de nuevo regresa el coco, pero, en esta ocasión, con ""cocar"" imagino la palabra como una acción relacionada con la cocaína. Palabra que nos lleva al narcotráfico.

Con las acciones realizadas hace unos días en Michoacán, donde un punado de funcionarios michoacanos cayó en manos de la Policía Ministerial Federal por supuestos vínculos con el narcotráfico, sin que medie ningún protocolo, ni intercambio alguno de información con el gobernador del estado, ni con la sociedad; acción que quizá fue acertada, valiente, audaz e indispensable, pero que no acaba de convencerme.

Como ciudadana común y corriente, asumo que están actuando con eficacia y honestidad, que son unos investigadores maravillosos, que son imparciales y todo lo que imagine de bien; pero el coco ha retornado a mi vida y no deja de hacerme ruido, porque hasta donde he leído, los poderes que no tienen contrapeso pueden volverse muy peligrosos.

Así que entiendo que cualquier leve atentado de mi parte contra la tranquilidad de los poderes será reprimido con un tajante: ""?Te va a llevar el Coco!"".

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