El cortometraje The Scream realizado por Sebastian Cosor ha dado un nuevo giro a una de las obras expresionistas más conocidas del mundo pues ha logrado que El Grito, de Edvard Munch, esté ligado a la música de Pink Floyd.
En la descripción del clip difundido a través de Vimeo y otras plataformas digitales se pueden leer unas palabras de Edvard Munch en la que habla del origen de esta pieza que muestra a una criatura abriendo la boca con un cielo rojizo.
Se recuerda que el artista caminaba por un sendero con dos amigos, el sol se estaba poniendo y de repente el cielo se puso color rojo sangre, detuvo su paso y empezó a sentirse exhausto. Pasó el tiempo y entonces se quedó temblando de ansiedad mientras sentía “un grito infinito que pasaba por la naturaleza”.
El video producido por Mihai Mitrica, con más de 1.8 millones de reproducciones, inicia cuando dos sujetos caminan por un puente hablando sobre el miedo a la muerte, aunque uno de ellos, de quien se desprende un energía color negro, asegura que no hay por qué temer porque todos tenemos que irnos en algún momento.
Mientras avanzan se encuentran con el ser con gestos y extremidades pronunciadas. Los ve pasar y entonces “The Great Big In The Sky”, de Pink Floyd, hace que el cuerpo del ser empiece a retorcerse y bailar al ritmo de la canción.
De acuerdo con Google Art & Culture, Edvard Munch creó varias versiones de El Grito, dos de ellas pinturas que están en posesión de la Galería Nacional de Oslo y del Museo Munch.